El sonido del cascabel

Capítulo 1

Dime algo, si te preguntara que es lo que crees que hay más allá de la muerte, ¿qué me responderías? Yo antes solía tener miedo cada vez que me ponía a penar en esa pregunta porque pensaba que lo único que todos encontraríamos al final de este largo camino sería el oscuro y solitario vacío. Ahora ya no, ese temor se fue gracias a algo que quizás suene ridículo para muchos pero es verdad: el sonido de un cascabel, y te voy a contar la razón.

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Era ya el segundo aniversario de mi hermana, pero no en el sentido de la vida, más bien en el de la muerte. Yo seguía bastante traumado, había quienes ya ni recordaban su nombre, pero yo lo seguiría recordando hasta mi muerte. Su nombre era Esmeralda, me superaba por 3 años y antes de que lo digas, en efecto, a nuestros padres les gustabas los cristales, de hecho murieron en una expedición en busca de ellos. Yo tenía 13 años cuando pasó, pero Esmy, como yo le decía, siempre estuvo ahí para apoyarme en todo.

Lo que hizo que mi vida cambiara totalmente fue entrar a su cuarto y verla ahí tirada en el piso, yo estaba seguro que alguien tenía que haberla asesinado, mucha gente estaba celosa de ella pero la autopsia dijo algo muy diferente. Según los médicos había sufrido un infarto que se podía deber a estrés. Quien hubiera imaginado que tras esa cara sonriente estaba reprimiendo sus sentimientos, eso lo supo gracias a su diario que encontré limpiando su habitación. Se exigía bastante a sí misma, tenía que aguantar la superioridad de otras personas en contra de ella y a pesar de todo su estrés y su depresión, estaba con una sonrisa falsa todos los días. 

Desde ahí aprendí que las emociones son como un globo, en algún punto explota y cuando sus sentimientos lo hicieron, sufrió aquel infarto. Estoy seguro que Esmy querría que lo olvide pero simplemente no puedo.

Actualmente tengo 25 años y estudié para ser veterinario, aunque no lo parezca es bastante trabajo porque no solamente son perros y gatos, también me he llegado a topar con algunos caballos o ratones, pero los animales que más conozco son los felinos. Podría decirse que son mis animales favoritos, también eran los de mi hermana.

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Mi trabajo también involucra tratar enfermedades y discapacidades de animales en situación de calle, me gusta mucho ayudar a esta clase de animalitos porque sé que estoy ayudando a un ser vivo. Un día estaba caminando, de pronto escuché un sonido bastante leve de un cascabel. Como mi curiosidad era mucha me acerqué y me encontré una gatita blanca, sus ojos eran de un verde que no recordaba haber visto antes en un gato, el sonido provenía de un collar que traía puesto pero cuando traté de tocarla noté que una de sus patas estaba lastimada, así que me la llevé para curarla. Afortunadamente al agarrarla no pudo resistencia, como si supiera que en realidad quería ayudarla desde antes.

Mientras se encontraba en recuperación imprimí varios carteles de ella, mi suposición era que si traía un cascabel alguien la estaría buscando pero al parecer ese no fue el caso. Conforme pasaron los días yo me terminé encariñando bastante con ella y ya que nadie había ido a recogerla decidí llevármela. En mi casa había un patio bastante amplio así que no habría tanto problema si se alocaba de repente. A veces jugaba con los adornos de aves que colgaban del techo y cuando lo hacía su cascabel emitía un sonido dulce y cálido, me recordaba a la época favorita de mi hermana: la navidad. Sentía haber escuchado ese sonido antes, pero no sabía donde, creí que ya me estaba imaginando cosas.

Mientras más tiempo pasaba conmigo más la iba conociendo, le gustaban mucho esos adornos, tal vez por la forma. También cuando empezaba a atardecer se iba a sentar a la rama más alta de un roble del patio, se podía quedar horas tan quieta sin emitir ningún sonido hasta que se hacía de noche. Le gustaba descansar en la oficina, antes solía ser el estudio de mi hermana, pero cuando murió dejé pasar un tiempo y en esto lo transformé. Otras veces Blanche, como decidí llamarla, se paraba enfrente mío, me miraba directamente a los ojos por unos segundos y continuaba su camino posteriormente.

Me parecía que su comportamiento era bastante normal, los gatos son de los animales más misteriosos y expresan sus sentimientos de distintas formas. Pensaba que mirarme fijamente era su forma de expresarlo, y no estaba tan alejado de la verdad.