Cristhian
Habían pasado ya dos días desde la última vez que vi a Morgan. Tampoco se había presentado en la escuela, lo cual me preocupaba. No respondía mis mensajes ni mis llamadas.
Pequeña niña, ¿cómo estarás?
Emilie seguía quedándose en mi casa tras pelearse con su ahora ex novio. No me sorprendía; según sabía, él era un hombre un tanto extraño. Sin embargo, me tranquilizaba que ya no estuviera con ella.
Las clases se sentían solas; la extrañaba y no podía sacármela de la cabeza.Suspiré y saqué mi laptop para enviarle un correo a Nathaniel, deseándole buena suerte ya que se presentaría como nuevo psicólogo al día siguiente. Le envié un mensaje diciéndole lo que él ya sabía.
"Eres un terapeuta estupendo; estoy seguro de que lo harás muy bien."
Me levanté de mi escritorio, dando vueltas en el salón vacío durante la hora de receso para acercarme a la ventana y quedarme ahí mirando a la gente pasar ,pero mi sorpresa fue cuando vi a una chica de cabello corto avellana junto con Cauich, comiendo juntos. La curiosidad me invadió, pues no la reconocía. Decidí seguir mirándolos y pensar que quizás era la nueva chica de su salón.
Al retirarme de la ventana, pensé en ellos ya que tuve la sospecha de que Cauich sentía algo por Morgan hace unos días, sus actitudes, sus acercamientos y como la miraba podía generarme celos internos, pero eso era lo de menos en ese momento ,fui al escritorio y le envié un mensaje a Morgan.
C:¡Hola Danny! ¿Cómo estás?
No veía su última conexión, y al menos mis últimos veinte mensajes sobre los trabajos tampoco aparecían ser vistos, eso me hacía preocuparme más hasta el punto de llevar mis dedos a la boca y morderlos.
Escuché el timbre del final del receso y las pisadas rápidas llenaron los pasillos. Los jóvenes regresaban a clases, y noté a Cauich despedir a la chica con la mano; Traté de ahuyentar los malos pensamientos sobre Morgan y Cauich,caminé rápidamente y me acerqué a la puerta para cerrarla y enfocarme en la clase que continuaba, Tutoría.
—¡Buenas tardes jóvenes! ¿Qué tal el receso? —pregunté animado, esperando respuestas positivas.
La mayoría respondió con sus típicos "bien", "mal", "no comí nada".
—La comida de la cafetería es un asco. —Dijo un chico mientras la mayoría parecía estar de acuerdo.
—Debo admitir que tampoco me gusta jajaja —me reí sintiéndome cómplice.—¿Pusiste alguna queja sobre eso?
—Sí, pero no hicieron mucho, solo mencionaron que cuidarían esos detalles. —frunció el ceño.
—Me imagino que debiste sentirte mal ante eso. —anoté la fecha y el tema del día de hoy en el pizarrón—Pero no todo es malo, les tengo una buena noticia, o al menos eso espero que así lo tomen.
Todos me miraron curiosos, y les sonreí.
—El día de mañana se presentará el nuevo psicólogo de la escuela, y es muy bueno.—Dije tratando de mantener el buen humor.
—¿Qué tan bueno? —preguntó uno de ellos.
—Trabajo con él, así que créanme, es una persona excelente.
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El dolor de ser nosotros ✔️ Editando
Teen FictionEn las páginas de "Hemmelig love" se despliega una cautivadora y dura historia de ¿amor? Tal vez... Una apasionada alumna es envuelta en un torbellino de emociones al descubrir que su corazón late al ritmo de un enigmático profesor en particular. Aq...