Christopher
Demonios, no.
Todos se pueden ir al maldito infierno, como diría la abuela Regina, aunque, sigo sin saber específicamente qué significa, luego le pregunto a Patrick. Ese chico sabe tanto, que atemoriza.
—¡Christopher, ven acá en éste instante!
«Hay que seguir corriendo por nuestras vidas»
Cierto
Los gritos de Alex continúan resonando en cada esquina de la mansión y no hago más que soltar risa tras risa.
Si jugara conmigo tal vez me encontraría con facilidad. Justo cómo lo hace el tío Reece.
Mi humor decae un poco y me escondo en el hueco de las escaleras. Se supone que hoy es mi cumpleaños y papá solo me ha estado persiguiendo alrededor de unos minutos porque debo vestirme adicuademento o algo así —me aburre memorizar tantas palabras complicadas. Puedo hacerlo, sí, pero es más divertido cambiar las palabras aburridas por unas mejores—, esta mañana desperté muy temprano y bajé con rapidez a la cocina para recibir el desayuno especial de mamá y tal vez tener suerte y que papá nos acompañe. No pasó, me despeinó aún más el cabello y se despidió de manera distraída. Logré oír un "feliz cumpleaños, hijo" antes de que se fuera, pero sigo dudando en sí fue gracias a mi imaginación o si lo dijo en verdad. Es que fue como un murmullo muy bajito.
Da igual.
Quiero jugar con él a las traes solo por un rato y ya lo estoy logrando sin que se dé cuenta. No me quiero vestir, porque ¿a quién le gusta en verdad? La ropa es incómoda y ajustada, de colores feos y muy común.
Tío Thomas dice que somos Morgan y que los Morgan no usamos ni tenemos cosas de pobres.
En su vocebulerio, o cómo se diga, pobre significa común.
Ah y también dice que el pobre, es pobre porque quiere.
Tampoco le entiendo muy bien.
—¡Aquí éstas! —carajo—. ¡Maldita sea Christopher, estoy ocupado para que andes con tus estupideces! ¡Compórtate cómo un niño de tú edad y vístete de una vez!
Me empuja para que empiece a caminar y lo hago con la cabeza gacha. Papá y su amigo el calvo les gusta gritar demasiado.
Aunque los chicos con los que me paso el rato le dicen Rapunzel.
—Va a venir un amigo mío y su familia. Más te vale comportarte no estoy para tus pataletas —advierte con severidad.
«Ni istoi piri tis pitilitis» En realidad nunca está para nada.
—Cómo sea, no me importa —murmuro entrando a mi alcoba y dejándolo fuera.
—¡Apresúrate! —grita.
—¡Vete al diablo! —le contesto.
Lo escucho gruñir a través de la puerta y me río.
Hacerlo enojar es divertido.
Resoplo cubriendo mi cuerpo con la ropa incómoda, abrocho la camisa a las malas y me calzo los zapatos antes de perfumarme y bajar a la tortura.
«Ojala me llevara el diablo a mí»
Suspiro ruidosamente. Será otro cumpleaños eterno.
***
Reece me estrecha en sus brazos, asfixiándome, podrá ser una molestia, pero es uno de los pocos que me cae bien.
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✯𝑭𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒊𝒔𝒄𝒉𝒆𝒍✯
Fanfiction«Somos 𝒍𝒂𝒔𝒄𝒊𝒗𝒊𝒂, somos 𝒍𝒖𝒋𝒖𝒓𝒊𝒂 y somos 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒐. Somos 𝒍𝒐𝒔 𝒎𝒂𝒍𝒐𝒔 que no le envidian nada a 𝒍𝒐 𝒃𝒖𝒆𝒏𝒐» - - - - - - - - - - - - -