Lee's property ✧ Hyunlix

! ୧ Nueve.

Pronto la pareja ya tenía siete meses de gestación, Felix se había vuelto un completo mimado, siendo ahora; según Hyunjin, demasiado, apapachable y deslumbrante de ternura por donde pasará. Aunque; claro, el miedo y la inseguridad de que alguien se acercará a su pareja habían aumentando, convirtiéndose un poco más posesivo de lo que ya era normal, impidiendo que alguien se acercará a su alfa o lo olfateara por error.

Sin embargo, Hyunjin cree que su pareja ahora era mucho más tierno cada que le robaba un pico o si se acercaba lentamente con timidez para pedir cariño.

Además, ahora su trabajo "formal" lo hacía por reuniones pequeñas donde su omega lo acompañaba sentado sobre su regazo y restregando su cabecita con su pecho.

Ver como se formaba una trompita en sus labios para que le diera piquito, era la mejor forma de trabajar, mientras que a la vez podría escuchar a los colaboradores. La pancita ya sobresalía demasiado y hace muy poco había decidido acompañar a su pareja por aquella razón; ahora, podía pasar mucho más tiempo con él en cama, abrazados y dándose pequeños besitos a la vez que eran acompañados con sus olores mezclados para cuidar de su cachorro.

Felix se removió sintiendo pequeñas cosquillas alrededor de su vientre, soltó un pequeño resoplido antes de frotar sus ojos con pereza.

—Jinnie.— llamó relajado ante las pequeñas caricias. —Quiero abrazarte.— Susurró tratando de voltearse suavemente, sintiendo un peso sobre su cadera.

Los ojos del pelirosa se abrieron por inercia cuando escucho un pequeño gruñido bajo, se levantó con cuidado tratando de fijarse en la figura de su pareja, quién se encontraba abrazando su cadera, sus piernas entrelazadas juntas. Sus manitos se movieron, tocando el cabello morado, a la vez que se fijaba en la calentura del cuerpo ajeno, escuchando los gruñidos bajos cuando se removió un poco. Felix jadeo cuando olfateo el aroma de su alfa, notando el excesivo uso de feromonas que comenzaban a llenar toda la habitación.

Antes de darse cuenta, ya estaba siendo observado por unos ojos pintados de rojo sangre, su lobo aulló en su interior tratando de calmarlo para no expulsar feromonas dulces.

Tenía que cuidar de su compañero.

Ya hace bastante tiempo habían decidido ya no llevar una vida sexual activa, por el cuidado que le deseaban dar a su cachorro, aparte que era también la recomendación del doctor que los atendía, Bang, un gran amigo de Felix. Pero, ahora había un tema mucho más grave, pues se estaba enfrentando a su alfa ya sus propios instintos de ayudarlo, para obtener y darle placer.

El omega miró temeroso a su pareja, sintiéndose repentinamente acechado ante un animal hambriento, sus manos se movieron hasta su vientre, acariciandolo con calma ante la atenta mirada sobre sus acciones.

Hablo con suavidad y dulzura.

—Aquí está nuestro cachorro, Jinnie, nuestro pequeño príncipe cachorro.— susurró Felix.

Hyunjin solo siguió con la mirada las manos de su pareja, se movió unos instantes quitando su polera de dormir junto a su pantalón, quedando simplemente con boxer frente a su omega, quién lo miraba atentamente.

Felix jadeó asombrado.

Hyunjin se acercó gateando por la cama hasta quedar con la nariz pegada en vientre voluminoso.

—Alfa los protege.— dijo entre ronroneos moviendo su nariz, otorgando caricias en la piel nivea.

—Pero, amor...tu celo-, puedo y-yo

—Alfa no daña, alfa protege a Felixxie.— Ainalizó desplazándose sobre las sábanas y quedando al lado del vientre. —Bebé y omega seguros conmigo.

Felix llevó sus manos hasta acariciar las greñas moradas, peinandolas en el proceso, escuchando atentó cuando su prometido ronroneó sonoramente.

Bang le había hecho saber que un alfa podría actuar de esa manera al detectar el olor de su cachorro y el de la leche combinada con el aroma de su pareja, este olor se volvía un relajante para su lobo y sus propios instintos, aunque claro, aún así se le debía dar supresores por el tema de que el embarazo ya está casi en su etapa final.

—Pediré que te traigan supresores, amor... descansa alfa, yo te cuido.— Susurró besando con cuidado la cabellera morada de Hyunjin —También a tí, Jinnie.

Hyunjin se levantó ya completamente consciente, busco con la mirada a su compañero al no sentir su cálido calor de su cuerpo junto a su exquisito aroma natural ahora por su embarazo, su lobo olfateo buscándolo antes de escuchar como las puertas de la habitación eran abiertas.

—Auch, está caliente.

Hyunjin corrió hacia Felix olfateandolo antes de ver cómo este cargaba una bandeja en manos, o mejor dicho en una mano; ya que la otra se encontraba levemente rojita y siendo soplada por su boquita.

—¿Estás bien? ¿Qué haces cargando esto, Lixxie?— preguntó alterado quitándole la bandeja y dejándola a un costado de la cama para luego revisar la manito roja de su pareja.

—Estoy bien, Jinnie. Quise traerte el desayuno. ¿Tienes hambre? No comiste nada desde que inicio tu celo.

—¿No te hice daño o algo cierto?— Felix negó regalandole una sonrisa a la vez que acariciaba los cabellos ajenos.

—Alfa protege a omega y bebé.— dijo Felix besando los labios de su prometido.

—Alfa cuida, no lastima.

Felix rió antes de ver la sonrisa de Hyunjin, porque ese alfa preocupado y lindo era su alfa, su pareja para toda la vida, su vida junto a la de su bebé.