Hwang Hyunjin es él alfa más temido. formando parte de la mafia rusa, un alfa que nadie se atrevería a desafiar, aunque, aquella palabra no existía para Lee Felix, un omega que amaba con locura a Hyunjin, su prometido.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ˖ ࣪ ‹ 𝗗𝗮𝘁𝗼𝘀 ⁺˖...
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Hyunjin acomodo su playera de colores brillantes escogida por su pareja, lleva sus lentes de sol a su cabeza mirando como su prometido intentaba arreglarse aquel conjunto bonito que había comprado para aquel día en especial. Sonrió enternecido ante sus mejillas rojizas y su pequeño puchero que llegaba a formarse en sus labios por el delicado y hermoso traje.
—Lixxie ¿Quieres que te ayude?— pregunto acercándose a su compañero, olfateando sus exquisitas feromonas expulsadas con frustración.
Felix negó susurrando un "no, yo puedo" antes de seguir forzando a la prendo para que le entrará. La bonita camisa de encaje de figuras en rosas no cerró sobre su vientre causando que de la nada comenzará a botar pequeñas lágrimas sintiéndose fatal consigo mismo. Hyunjin se alertó para luego correr hacia el pequeño cuerpo tembloroso.
—Esta bien, Lix, calma.
Los pequeños hípidos se hicieron más sonoros causando un malestar en el lobo de Hyunjin, quién hace ya, cinco meses de gestación había estado mucho más atento a todo lo que pasará a su alrededor.
Tenía que proteger a su compañero y brindarle comodidad.
—Ya no me queda nada de mi ropa que me hacía lucir bonito.— lloró restregando su rostro en el hombro de su pareja.
Hyunjin rió enternecido llevando sus manos a envolver el vientre de su pareja.
—Tu siempre eres bonito, así que saca esos pensamientos de tu cabecita amor, eres el mismo omega del cual me enamoré y siempre lucirás perfecto para mí.— Felix levantó su rostro regalandole la hermosa imagen de sus ojitos brillosos junto a una sonrisita que pronto se volvió su habitual eyesmile.
Hyunjin beso sus mejillas comenzando hacerle piojito con los dedos sobre su cabellera.
—¿Nos vamos, cariño?
El omega asiente antes de agarrar su mano y caminar juntos con una pequeña maleta hacía el primer piso; siendo seguidos a la vez por los guardaespaldas, quiénes cargaban las cosas pedidas por Felix para aquel día.
Felix se despidió del pequeño Joeli, beso su cabellera antes de despedirse con la mano y guiar a su alfa hasta el automóvil que los llevaría a un lindo lugar que habla averiguado
—Hay que llevar algo para comer en el trascurso, me da hambre, amor.— Felix miró a su alfa antes de asentir y mandar a uno de los guardaespaldas por comida sana para ambas; a los segundos siendo entregada en sus manos una pequeña canasta de fruta y las barritas de carne que su compañero amaba comer.
Las cosas que Felix pidió fueron puestas en el maletero con cuidado, mientras él ya se encontraba en los asientos traseros del gran automóvil junto a su alfa, quién le daba cariñitos a la vez que le regalaba pequeños trozos de las barras y frutas.
—Listo joven, Felix, las cosas están en la maletera, el aire acondicionado está equilibrado, sus mantitas están en su lugar y se ve espectacular.— Felix sonrió en grande ante el beta, agradeciendo feliz.
