La tranquilidad falsa de la mansión de Borsir alteraba a Lennox, el duque había pasado más de dos días hablando con su hermano sobre las reformas que quería realizar, entre ellas se encontraba quitar la estatua de Aníbal del jardín. Algo que molesto demasiado a Nolan, el doncel no dudo en preguntarle qué necesidad había en quitarla, había permanecido en aquel lugar durante siglos, Aníbal había sido uno de los hombres más conocidos de la familia. Aunque existían ignorantes que insinuaban que su trágica muerte fue ocasionada por él.
-Aníbal ordeno construir aquel lugar para sus hijas. – reclamó Nolan molesto. – Es lo único que dejaron de él cuando lo asesinaron. – Lennox intentaba calmarlo acariciando su pierna. – El jardín es inmenso ¿Por qué razón quieres tocar su estatua?
-No me gustaría que mis futuros hijos creyeran que un doncel sea importante. – el duque detuvo a Nolan. – Siento mucho que tengan que ver como su tío se casó con uno, no puedo hacer nada para cambiarlo, por eso he pensado que eliminar las estatuas es mejor.
-Los donceles forman parte de tu historia, deberías respetarlos. – Layton puso los ojos en blanco, ignorando las palabras de Nolan. – No puedes "eliminarlos" así como si nada, ellos estuvieron aquí antes que nosotros...
Layton observo de forma burlona a su hermano, en Borsir él tenía el poder, ya que su padre lo había decidido así, Lennox no podía reclamarle nada de lo que pasaba en la mansión. Como hijo de Javaid, todo Borsir le pertenecía podía hacer y deshacer cualquier cosa que quisiera, tan solo había una persona que podía detenerlo, pero no se encontraba allí con ellos.
-Pensé que tu esposo actuaría con más educación en mi mansión, hermano. – crujió sus dedos despacio. – Acepte que él estuviera aquí por tu preocupación por el bebé, pero me temo que tendré que decirle que se vaya de aquí si sigue molestando.
-Querido, puedes ir con madre y Evangeline al jardín. – Nolan negó con la cabeza. – Escuche que madre quería ir a la cafetería que te gusto en nuestro viaje, ellas te están esperando.
-Me iré cuando mi cuñado deje de decir tonterías y deje las estatuas donde están. – miró a Layton con desafío y puso su mano sobre el vientre. – Mamá ¿Sabe lo que quieres hacer? O ¿también se lo has ocultado?
-Querido, por favor, ve con madre y Evangeline, me temó que vendrán aquí furiosas al pensar que te he secuestrado. – rio incómodo, Layton estaba haciendo ruiditos con la boca para que viera que no estaba de acuerdo con ellos. – Madre quiere dar un paseo por el centro de Borsir, puedes vestir con la ropa que te gusta, ya lo han preparado todo.
-Lennox... - el duque sonrió con ternura. – No soy imbécil, sé que cuando me vaya Layton te hará firmar algo para quitar las estatuas. – refunfuño furioso. – Afirma que pude hacer cualquier cosa en la mansión, pero necesita tu firma para llevarlo a cargo, no voy a dejar que te engañe.
Lennox notaba como la paciencia de su hermano se iba agotando a medida que Nolan lo desafiaba, al principio Layton mostraba una sonrisa amable, incluso había aceptado que el doncel estuviera en el despacho con ellos sin poner ningún inconveniente. Aunque sus sospechas le hacían pensar que tan solo había hecho para molestarlo, ya que quería que Nolan escuchara lo que iba a pasar con las estatuas de los donceles.
-Podéis llevarlas a Edevane si tanto os gustan. – ofreció Layton con una sonrisa sarcásticas. – El jardín de palacio es mucho más inmenso que el mío.
-Ellos pertenecen a Borsir, su historia está contada aquí, Aníbal y Raksa vivieron y murieron aquí. – Layton negó con la cabeza. – El jardín de Borsir tiene el nombre de Aníbal, fue un regalo de su esposo.
-Pequeño doncel, creo que estás transversas la historia con esa información. – rio con ironía. – No me sorprende demasiado sabiendo de dónde vienes, piensas que conoces la historia de mi familia tan solo por haber leído unos pocos libros. – suspiro molesto. – Aníbal vivió aquí, no lo puedo negar, pero no siempre vivió aquí. El jardín fue un regalo de su esposo, eso es cierto, pero no era un regalo para él propiamente dicho, sino para su hijo, el cual cometió traición. Borsir no tiene por qué seguir teniendo el nombre de un traidor en su historia.
-Aníbal no... - Lennox apretó la mano de su esposo para que no siguiera hablando. – No cometió ningún acto de traición, tus palabras son erróneas, Layton.
Layton miró a su hermano con desgana antes de ordenarle a su guardián que sacaran a Nolan de la habitación, el doncel siguió retándolo furioso ante la pasividad de su esposo. Lennox era el duque pero no estaba haciendo nada para defender la historia de los donceles, Nolan le grito en varias ocasiones para que viera que iba a cometer un error al firmar los papeles.
-Layton, no creo que sea necesario tomar a mi esposo de esta manera. – Lennox no era capaz de mirar a Nolan. – Tus guardianes pueden acompañarlo hasta el jardín sin agarrarlo así.
Nolan forcejeaba con dos de los guardianes a la vez, Garth le había enseñado que debía defender sus ideales ante cualquiera aunque ese fuera el hermano de su esposo. El doncel mordió el brazo de unos de los hombres cuando intento empujarlo por la espalda, se había acercado demasiado a su bebé y no le gusto. Lennox se mordía los labios con nerviosismo al ver que Nolan no quería detenerse.
-Lennox, no dejes que lo haga, Aníbal y Raksa descansan aquí, este es su hogar, está cometiendo un error.
-Sacadlo, rápido... - grito Layton furioso. – Un campesino común no debería entrometerse en los negocios de un duque.
-Suéltame, suéltame... - Nolan pateaba al aire nervioso, el guardián presionaba su vientre con demasiada fuerza. – Duele, suéltame.
Lorcan cubrió la boca del doncel para que deje de hablar, mientras el guardián que lo acompañaba lo apartaba sin cuidado del lado del duque. Lennox seguía mordiendo sus labios sin atreverse a hablar, Nolan le suplicaba que lo ayude mientras intentaba librarse de las garras de aquel hombre. Layton miraba la escena con una sonrisa, sin la mínima intención de pedir que se detuviera.
-Layton, ordénales que suelten a mi esposo. – su hermano ensancho la sonrisa. – Pueden sacarlo de una forma más tranquila, es peligroso para el bebé.
-Lennox... - grito Nolan preocupado. – No...
-Tu esposo no parece estar dispuesto a cooperar con nosotros, hermano, deberías imponerte ante él, padre estará muy decepcionado contigo, dejar que levante la voz ante dos de sus superiores es demasiado vergonzoso.
-Mi esposo tiene el mismo derecho a opinar que tú, incluso él podría firmar lo que quisiera en mi nombre y no me quejaría, Layton. – Lennox entrecerró los ojos. – Puedo permitir que me reclames cualquier cosa, pero no voy a permitir que denigres a Nolan como lo estás haciendo.
-Te vas a arrepentir si no firmas los papales, hermano. – lo amenazó golpeando la mesa. – Te lo juro, te vas a arrepentir.
-Soltad a mi esposo, Layton, nos vemos en tu boda, espero que comprendas mi decisión.
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Lennox le tiene miedo a su hermano, al igual que a su padre. Aunque lo que más le aterra es ver que Nolan está enfadado con él, sabe lo que puede pasar si hace enfadar demasiado al doncel. Pietro no tuvo que explicárselo para que lo pudiera comprender.
Layton no quiere que las cosas se queden como están, es peligroso, muy peligroso...
Espero que os haya gustado, incluso a los lectores fantasma, como dije Wattpad es un chivato y me deja ver las personas que leen mi historia, tan solo tenéis que regalarme un corazón para que siga publicando capítulos.
Voten y comenten 🥰💕🥰💕🥰
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¡Maldito, pequeño doncel!
RomanceUn doncel debe ser respetuoso, callado y delicado. Esa explicación no convence demasiado a Nolan. Cuando escucho que debía de ser sumiso hacía su prometido, empezó a reír. Y la guinda del pastel fue que tenía terminalmente prohíbo subirse a los árbo...