Que no se note mi obsesión por esta pareja v:
Pareja: Imperio alemán x Imperio Ruso
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Ha pasado un tiempo desde que lo vio. No sabe con exactitud el porqué decidió pasar de vivir en un enorme castillo a una cabaña pero ahí estaba, el antiguo aliado de su hermano mayor llamándole para discutir algunos temas.
— Pensé que no vendrías
El alemán levantó su vista; el ruso le sacaba una cabeza de alto, definitivamente era un país enorme pero no por ello se iba a mostrar débil o algo por el estilo.
— Si era tan importante como para que me hablaras entonces valía la pena.
El eslavo invito a pasar al contrario. Es cierto que no se llevaba muy bien con él, su hermano estuvo consiente de la rivalidad que tenia el menor con aquel ruso, cosa que nunca le dio demasiada importancia.
— ¿Aún puedes ver el futuro? – pregunto el eslavo, viendo de reojo al alemán mientras lo guiaba a una de las habitaciones
— Lastimosamente si.
En su infancia creía que saber que pasaría en él futuro era un poder grandioso, mientras más fue creciendo de dio cuenta de los desastres que podía crear. Llegaron a una de las habitaciones del lugar, ahí dentro se hallaba una cuna de oro, era bastante lógico que había pues se podía apreciar el movimiento de un cuerpo pequeño.
— Lo tuve con una humana. No se si eso logre afectar su futuro como país ya que pues... no tiene mis alas – explica el eslavo viendo detenidamente a su hijo — Me preocupa lo que le puede pasar en un futuro, quisiera saber que le espera.
— Vaya, sonaste igual a mi padre
La relación de ambos no era para nada buena, SIRG siempre tuvo preferencia por el prusiano debido a que este heredó las características alas, él en cambio, heredó los cuernos de su otro padre.
— Es algo pequeño todavía... ¿Por qué no esperas a que el chico crezca? Lo malo de saber que pasa en el futuro es saber que pasa en el futuro.
— ¿A que quieres llegar?
— Que aunque sepas que es lo que pasará, no habrá cambio alguno, una vez vea sea lo que sea pase ya no hay nada que puedas hacer para cambiarlo.
— ¿Me vas a ayudar o no?
El alemán observo al pequeño, tenía una curiosa marca en su ojo derecho, una hoz y un martillo. Acercó su mano hasta el crío recitando algunas palabras. Su ojo izquierdo comenzó a brillar, con su mano libre tapo el derecho y así ver cual era el futuro del chico.
Vio un hombre, igual de grande a su padre, quizá más grande que él, cometió varias atrocidades junto a un hombre que no distingue del todo pero tiene la fuerte sensación dé saber quien es, logro ver la distinguida dentadura de los de su clase en aquel hombre. Paso por muchas cosas, una traición, luego una horrible guerra, aquel hombre que apareció al principio apunto a su propia cabeza, ante aquello el eslavo parecía estar llorando. Recibió varias partes de paises junto a un tipo que se le hace extrañamente conocido, su propia ideología lo estaba consumiendo, Al final lo vio desintegrarse solo en una oficina, alcanzó a ver el calendario "1991"
— Demonios... – fue lo único que expreso el alemán
— ¿Que? ¿Pasa algo malo? – pregunta con miedo el eslavo
— Ummm... supongo que su sucesor será un mejor país. No me malinterpretes, es solo que... El camino que va a elegir el chico le va a estrellar en la cara en su edad adulta – se inclino un poco sobre la cuna, el bebé lo miraba silenciosamente como si le estuviera poniendo atención a lo que decía — Disfruta lo que puedas de esta vida niño
