Razones, la playa y tus brazos.

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Clark se levantó, fue directo al baño, se aseo y salió disparada a la universidad.

El día transcurrió tranquilo, clases y más clases, hasta que al final sonó el famoso timbre de salida. Clark salió junto con la oleada de estudiantes y al llegar al exterior de aquel edificio, respiro profundo, inhalando el aire puro y seguido de aquello tomo camino a aquella cafetería. Se había convertido en una costumbre pasar por alli, y ese día había quedado con roier.

Clark llego a la cafetería y vio a roier sentado en la misma mesa, junto a la ventana, de espalda, con la cabeza gacha, mientras se acercaba pudo notar que escribía algo en su cuaderno.

Clark le tapo los ojos, cosa que hizo estremecer a roier. El tacto de Clark era suave y delicado.

-Clark, se que eres tú-dijo roier.

Clark le quitó las manos de sus ojos y le dió un beso en la mejilla, para luego sentarse justo al frente de el. Roier inmediatamente guardo el cuaderno y el lapicero, y fue a la barra a pedir dos chocolates calientes para dirigirse nuevamente a la mesa y entregarle uno de los chocolates a la chica.

-Gracias-Dijo Clark, mientras le daba una sonrisa al chico castaño.

-Clark-Dijo roier, mirando a la chica a sus profundos ojos negros-Quiero llevarte a un lugar ¿Me acompañarías?

La chica asintió emocionada. Le gustaba la compañía de roier y viceversa.

Después de tomarse los chocolates, salieron de ese café y se dirigieron a un auto que estaba estacionado.

-No sabía que tenías un auto-dijo Clark un poco sorprendida.

-Hay muchas cosas que aún no sabes de mi, querida-dijo roier, con la sonrisa más pícara y hermosa del mundo.

Se montaron en el auto y se dirigieron a su destino. Roier manejaba despreocupado, la brisa alborotando su cabello haciéndolo lucir aún más hermoso y relajado. Por su parte, Clark se quejaba de llevar tanto tiempo en el auto, su cabello iba de un lado a otro y tarareando una canción que sonaba en la radio.

El auto dejo de estar en movimiento y roier le indico a Clark que ya habían llegado. El chico bajo y rodeo el vehículo para abrir la puerta del copiloto. Le vendo los ojos a la chica y le tomo la mano para poder guiarla. Ambos sintieron un escalofrío recorrerles el cuerpo cuando tuvieron aquel mínimo contacto, la piel se les erizo y el corazón se les acelero a ambos,pero ninguno dijo nada.

Clark podía oler y oir el mar, sentir como la arena se colaba por sus zapatos y el viento fresco rozando su cara y moviendo su cabello de un lado a otro.

Roier quitó la venda y Clark sonrió. La playa era perfecta, a pesar de que el cielo se encontraba nublado.

Roier se sentó en la arena sin importarle nada, acción que la chica imitó sentándose a lado del chico.

-Clark,¿Porqué asistes al psicólogo?-pregunto roier sin despegar la vista del mar.

-Ya te dije que por dep...-Roier le coloco su dedo índice callando a Clark y negó con la cabeza-Clark,no, la verdadera razón ¿Que te llevo a esa depresión?

clark después de estar mirando el mar, conecto la mirada con el chico, y le susurró-Mis padres murieron-dijo mientras los ojos se le cristalizaban, tomo aire y lo soltó para seguir-Mis padre murieron hace tres años, en un accidente de tránsito, ellos eran abogados y esa noche tenían una cena de negocios, jamás imaginé que sería la última vez que los vería-Roier abrazo a Clark y seco sus lágrimas con su pulgar.

Clark se aferraba fuertemente a roier, hasta que poco a poco sintió calmarse.

Roier paso sus brazos por los hombros de Clark, perdiendo toda las distancia entre ellos.

Y así paso aquel día,admirando la vida y el mar.

Cariño, en tus brazos todo está bien.

cuando te conoci (Roier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora