Zero e Ichiru nacieron beta y Omega... pero Zero oculto a su hermano de la codicia.
Zero Kiryuu edificio muros altos y firmes alrededor de su hermano, muros que las garras de los lobos no podían franquear.
Pero el beta olvidó un pequeño detalle... l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lo primero que hace un ser humano al nacer, es llorar. Pocos son los casos en los que las lágrimas no preceden al destino.
Algunas veces, en los momentos más oscuros de su vida Zero ha pensado que hay gente que nace de rodillas y hagan lo que hagan jamás podrán ponerse de pie, otros como considera su caso, son obligados a ponerse de rodillas.
Hay golpes de los que no te repones. Hay golpes que incluso hacen dudar de que el amor exista… no solo el amor romántico de una pareja, muchos son aquellos que han sufrido por él y han salido del bache, es decir el amor romántico duele, desde luego. Es imposible no sufrir si has dado tu vida entera a otro ser humano y esté te a fallado miserablemente.
Pero es aún más doloroso cuando te fallan las personas cercanas a ti, aquellos que debieron protegerte, amarte de manera filial, leal y feroz. Aquellos a quienes conociste desde niño y que te apuñalaron sin miramientos.
Por ejemplo, tu madre.
Desde que naces y conforme creces asumes por puro instinto que tu madre es lo mejor y más importante ——hablando desde luego de un caso aislado y en única instancia desde la perspectiva de Zero Kiryuu—— es la luz, y el Dios de un infante que depende completamente de su fuerza y decisión.
Por desgracia él tuvo la osadía de confrontarla desde el momento en que arribo al mundo.
Generalmente hay una posibilidad muy baja de que una persona beta, de a luz más de una vez de manera segura. Mientras más embarazos conciba, es más alto el peligro de no poder salir con vida y no solo eso. El desgaste físico es muchísimo mayor que el de una persona Omega.
Por esa razón a las personas beta se les deja imposibilitados a tener más hijos después de un nacimiento exitoso.
Shizuka tuvo la “suerte” de dar a luz gemelos. Al hacer las pruebas en el primer bebé se determinó que ambos eran betas como su madre.
Shizuka estaba destrozada con obviedad. Ella necesitaba dos hijos Omega que subastar al mejor postor y volverse parte de una poderosa familia o dos hijos Alpha que la sacarán de la miserable vida en la que estaba. Pero no un par de inútiles betas.
Shizuka ni siquiera tuvo la cortesía de darles el nombre de su padre, desde luego Zero asumía que era el mismo caso que el de Shizuka, los betas eran inútiles y por lo tanto desechables.
Así que ninguno de los dos se ocupó demasiado de los niños. Lo que fue una gran suerte para ambos. De lo contrario probablemente el que Ichiru fuera un bello, perfecto y delicado Omega, hubiera sido su carta de venta y la salvación de su madre.
Pero cuando un niño ——si es que hay más de uno en la camada—— se determina, Alpha, beta u Omega. Es casi imposible que el otro sea de una casta diferente.