Encontrando el destino

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Un toque, solo eso había bastado para sacudir su cuerpo entero, sus pensamientos y su ser. Un simple rose estaba poniendo en juego la estabilidad de lo que él hasta ahora, había construido como una vida digna.

Los ojos de ambos se encontraron, Suguru mantuvo su cara sin expresión aun así analizaba de cerca las acciones del joven alfa. ¿Gritaría en medio de aquella reunión lo que había pasado en ese momento? ¿Lo habría sentido también? ¿Sabría lo que significaba aquello?

El joven alfa le ofreció tomar primero la bebida que habían tomado los dos al mismo tiempo con anterioridad. Geto lo hizo para dar por terminado aquel fatídico momento.

La celebración continuo en aquel lugar de barbacoa, festejando el cumpleaños de los gemelos Gojo, hijos de su mejor amigo/amor secreto, Satoru Gojo y del inocente Yuji Itadori. La gente sonreía ajena a lo que acaba de pasar, algo que podría romper los lazos fraternos que habían creado los adultos.

Todos sonreían, pláticas iban y venían, pero no para él, quien se mantenía ensimismado en sus pensamientos. Nunca nadie se había detenido a preguntarle por su segundo género, no hubo necesidad ya que ninguno se interesó nunca en él, todos daban por hecho que él era un Beta y para Geto eso estaba bien, ya que el único ser que le interesaba ya había encontrado a su destino.

Gojo Satoru, todo en su vida giraba alrededor de él y su amor no correspondido, le amaba tanto que había soportado con valentía las múltiples estocadas emocionales que le había propinado.

Me gusta Yuji - le dijo tiempo después de que él omega pelirosa fuera transferido a la academia de hechicería.

Es mi destinado- le confesó después de que una tarde lluviosa los vio besándose en las escaleras de la academia.

Lo haré mi compañero- le anunció durante una tarde de videojuegos en la habitación del Pelo blanco. Eso lo rompió.

Yuji tenía solo 15 años y ellos 17, apenas tenían meses de conocerse y Satoru ya estaba corriendo a sus brazos, ignorando los suyos que habían estado siempre ahí para él.

Por aquel tiempo sus sentimientos cambiaron, se obligó a dejarle de querer, pero todo el mundo sabe que en eso no se puede realizar elecciones. Se mantenía alejado, poniendo la mayor distancia posible, cosa que Gojo apenas notaba ya que su mundo ahora era Yuji, lo supo tiempo después cuando itadori mostraba en su nuca una cicatriz enorme, tan llamativa que haría que cualquier alfa se alejara de él. No había vuelta atrás, le había perdido para siempre.

Tal vez eso era lo mejor, ver algo tan gráfico le había hecho entender que nunca habrían podido estar juntos. Los días pasaban y Geto se sumía más en su depresión y soledad, controlaba su celo con técnicas rituales, y la gente apenas y lo notaba, entrenaba su cuerpo y devoraba maldiciones para ocupar su mente.

Le tomó por sorpresa cuando Satoru lo invito a beber después de tanto tiempo. Voy a ser papá- le anuncio con un orgullo inflado, mientras Suguru recibía otra puñalada más a su duro corazón.

Muchas felicidades a los dos- el pelinegro tomo de un solo trago su bebida.

Me preocupa Yuji es demasiado joven, fui un estúpido debí tener más cuidado- oír al pelo blanco preocupado no le hacía sentir mejor, al contrario, sabía que aún lo quería y toda esta situación también le preocupaba.

Pero pese al miedo e incertidumbre del alfa pelo blanco todo iba viento en popa, su embarazo cursaba sin ningún percance. Los momentos en los que se topaba a la dulce pareja juntos aumentó al grado que para él era sumamente doloroso.

17 años (omegaverse  Suguruxgojo hijo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora