Capítulo XXVIII

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Advertencia: este capítulo contiene escenas sexuales, con un lenguaje un poco explícito.

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Quitándose sus zapatos y los del contrario, Shikamaru empujó al castaño hacia la cama, tumbándolo boca arriba, y recorriendo con sus dedos desde sus clavículas hasta su abdomen bajo, logrando que el ojiperla se estremeciera un poco. El pelinegro se acercó a Neji para plantarle un beso en los labios, un poco más suave que de costumbre.

- ¿Por qué me tratas bien tan de repente? - Preguntó el Hyuga entre jadeos entrecortados.

El azabache no contestó y comenzó a besar el cuello de Neji muy lentamente, tomándose su tiempo y haciendo que el castaño se desesperara cada vez más y más, ansioso por sentir su toque caliente en otros lugares.

Los dedos de Shikamaru se deslizaron debajo de la polera del ojiperla, explorando lugares y sujetando entre sus dedos índice y pulgar uno de los pezones del Hyuga, apretándolo muy suavemente, ganándose un par de suspiros desesperados de Neji. El jugueteo continuó por un par de minutos más hasta que las manos del castaño se posaron a los lados del rostro de Shikamaru y le plantaba un muy agresivo y posesivo beso en los labios.

Sus lenguas se entrelazaron entre sí y muy pronto Neji había levantado la camiseta de Shikamaru, revelando su ligeramente bronceada piel y su torso perfectamente marcado y tonificado. Los ojos del castaño se agrandaron cuando miró hacia la parte baja del azabache, la cual se abultaba en sus jeans.

Volvieron a unir sus labios en un ardiente y lascivo beso que duró más de lo que alguno de ellos estuviera acostumbrado. Sus bocas se separaron pero un hilo de saliva las mantenía unidas. Shikamaru sacó de su bolsillo trasero un pequeño paquete: un condón. Lo sostuvo entre sus dientes y guiñándole un ojo al ojiperla se desabrochó lentamente sus jeans. Neji desvió levemente la mirada y al volverla hacia el azabache su cara no tardó en sonrojarse de un leve rojo carmesí. 

El bulto que se notaba en los bóxers de Shikamaru era un poco más grande de lo que Neji estaba acostumbrado, no es que no lo haya hecho con personas que lo tengan más grande de lo normal, pero viniendo del pelinegro se sentía... diferente. Un escalofrío recorrió su médula cuando las manos del azabache levantaron su camiseta por completo, al tiempo que este se inclinaba sobre el cuerpo del castaño y dejando el pequeño empaque del condón entre los labios del ojiperla, comenzó a dejar pequeños chupetones y mordidas a lo largo de su torso.

Neji soltó un muy audible jadeo cuando Shikamaru llegó hasta su abdomen bajo, otro escalofrío recorrió su cuerpo cuando el azabache bajaba muy lentamente sus pantalones, casi que desesperando a Neji, porque el lo quería, no, lo necesitaba dentro de él ya.

El castaño envolvió sus piernas al rededor de la cintura del azabache, sintiendo como su firme erección se frotaba con la suya y coqueteaba suavemente en su entrada.

- Mierda Shikamaru, tu paciencia me desespera. - Dijo el ojiperla, entre jadeos y suaves gemidos de placer, tomando el condón que antes estaba entre sus labios y ponerlo en la mano del pelinegro.

Neji cambió de posición, siendo él ahora quien estaba sobre Shikamaru, con sus piernas a los lados del cuerpo del azabache y las caderas de ambos alineados perfectamente.

- No quiero preparación... solo mételo... - Gimió el ojiperla, sus ojos solo reflejaban lujuria e impaciencia, así como deseo y desesperación.

El pelinegro solo asintió y bajo lentamente su ropa interior hasta quedar expuesto ante Neji quien mordió su labio inferior, tratando de contener sus ganas de simplemente tomar a Shikamaru tal cual. En un abrir y cerrar de ojos y sin haberse dado cuenta, los bóxers del ojiperla terminaron en algún lugar de la habitación, escuchó el paquete del condón abrirse y observó como el azabache lo colocaba en su miembro.

Rosas & Sangre (Shikaneji/Nejishika Mafia AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora