🔳 潘多拉之谜 ~ Penguins: El Misterio De Pandora [2° Parte]

Rayo Personificador

Manfredi estaba de mal humor, había obtenido malas calificaciones, casi cae en el baño por un escalón en la puerta, y acababa de leer los mensajes del grupo del salón, enterándose que planeaban una fiesta sorpresa para el cumpleaños de Andy cuando el día anterior Manfredi y sus amigos estuvieron horas comprando hasta tarde para hacerle una fiesta.

—No debi usar tanto el celular —murmuró mientras caminaba, sin apartar la vista del artefacto. Soltó un quejido de dolor y llevó una mano a su rostro al golpearse fuertemente contra la puerta. Entró a la cafetería de la escuela y buscó con la mirada a sus amigos.

—¡¿Qué?! —exclamó Marlene después de escuchar a Kowalski—. ¡¿Chauncey escapó de la correccional?!!

—Afirmativo.

—Seguramente Karl lo ayudó a escapar —comentó Skipper cruzado de brazos, Manfredi se sentó a su lado—. Por lo menos el caso de La Gallina Azul está resuelto.

—Y yo tuve razón —dijo Kowalski—. Me sorprendió que Manfredi y Julien fueran solos a atraparla.

—Fue un plan arriesgado.

—¿Por qué le dicen Gallina Azul a Blue? —preguntó Marlene.

—Porque ese era el nombre de su cuenta en las redes sociales —contestó Kowalski—. Era una "vidente" muy popular —hizo comillas con sus dedos al decir la antepenúltima palabra.

—¿Y cómo la conocieron?

—Fue en el día de San Valentín —contestó Skipper—. Kowalski quería hablarle a Doris, pero se sintió nervioso y mientras pensaba en qué decirle Doris se fue y Blue ocupó el asiento, Kowalski no se dio cuenta y le habló a la falsa vidente. Desde ese día ella tuvo interés por él.

—¿A la asesina le gusta Kowalski?

—No solo a ella, Marlene —habló Manfredi—. También a una chica de Arco Brillante, Andy, mi hermana y el otro día vi al cretino de Francis sonriendo cuando Kowalski dormía en su hombro.

—Creo que estás siendo un poco injusto al llamarlo "cretino" —dijo Kowalski mirándolo por primera vez desde que su amigo llegó y frunció el ceño al ver la sangre en su nariz—. ¿Qué te pasó?

Después de esa pregunta los otros dos voltearon hacia el chico de ojos verdes.

—Tu cara está sangrando —comentó Marlene.

—¿Te caíste? —preguntó Skipper.

—No —suspiró, por un momento volvió a enojarse al recordar lo que le sucedió antes de llegar a la cafetería—. ¿Ven esa puerta de ahí? —señaló.

—... Sí —contestó Skipper confundido. Marlene asintió con la cabeza.

—Pues yo no la vi.

Manfredi agarró un trozo del chocolate Wonka que tenía Marlene y comió ignorando los reclamos de la chica.