7 | Another good night

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📍22 de Mayo de 2022 | California, Estados Unidos

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📍22 de Mayo de 2022 | California, Estados Unidos.

Abril P.O.V.:

Mi rodilla se movía de arriba abajo mientras mis uñas tacleaban el asiento con ansiedad. Tomé una gran parte de oxígeno por mi nariz y dediqué a relajarme, aunque eso no creo que pudiera suceder con la escena que pasaba en mi cabeza como tortura por no cumplir en cierta parte mi palabra.

Iba tarde.

Demasiado tarde.

Lo último que esperaba es no encontrarlos allí y devolverme a mi apartamento como perro arrepentido con el rabo entre las patas, además de estar demasiado apenada con Patrick.

Aunque ojo, sigo medio arrecha con él, me sentía un poco mal por ahora no estar viendo sus jugadas estrellas y solo apretar mis dientes para no decir nada más de lo que había pasado unas horas antes.

Se sentía un poco bastante feo, porque ¿con que cara veré a ese chamo? Nadie lo sabe.

A lo que para darles un breve preámbulo, si, Patrick es una ladilla y me hizo pasar pena, más demandarme que fuera a verlo a jugar, aunque ya no podía decirle que no porque esa noche el japonés me preguntó si iba a asistir a lo que tuve que contestar que si, porque...¿quien se resiste a ese ser tan gentil?

Ok, borren eso último. Jamás lo dije en voz alta.

Agradecí al taxista, bajandome medio apurada del auto a lo que como pude fui a la taquilla, pedí toda mi parafernalia mientras rezaba internamente que pudiera ver aunque sea los últimos minutos del juego, que parecía ser una euforia profunda por los gritos de la tribuna que se escuchaban desde donde estaba.

Caminé con la entrada en mi mano y me puse al menos más de cuatro pases que los mostré a donde estaba el primer chico de la puerta que vi, a lo que casi me pongo a llorar al decirme que no era esa puerta y debía dar toda la vuelta al estadio.

En pocas palabras, aqui iba a quedar mi amistad con Patrick Sandoval. ¿Motivos? Nunca consiguió la puerta donde tenía que ir.

Agradecia que pensé a largo plazo con mi outfit ya que caminar con tacones no era una opción. Mis tenis blancos repiqueteaban en el piso integro y pulcro de color gris mientras rascaba inconsientemente mi tatuaje en la muñeca; preguntando a cada gente encargada de esto a donde tenía la área del palco. Llegué a unos pasos del sitio donde era que tenía que ir, pero se me cayeron los kilos del cuerpo al ver a la gente saliendo y murmurando acerca del juego ya finalizado.

Tenia que ser una maldita broma.

Me di media vuelta, suspirando y medio cabizbaja ya que ni siquiera para venir a ver a la única persona que es bastante parecida a hermano que es Patrick, ni podía porque me perdía.

Dios mio, ahora me estoy arrepintiendo de no haber venido a los juegos de Adrián hace 6 años.

Bajé las escaleras que me guiaron hasta esa parte del estadio, pero me detuve abruptamente al notar otro pasillo que no había visto cuando andaba casi que corriendo todo el sitio.

Lost In Traslation || Shohei Ohtani ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora