Todos los niños, alguna vez han tenido algún viaje asombroso, del que nunca se olvidarán de lo guay que fue, yo soy uno de ellos, solo que el recuerdo es horrible.
Ahí estaba yo, en el colegio, a punto de hacer una excursión a Granada, estaba muy emocionado, pero no tenía compañero de asiento aún, la verdad me dio igual, a veces prefiero estar solo, monté en el autocar y me senté con un niño llamado George, ya que estaba solo.
Durante el viaje, jugué con el a algún juego, hablaba con amigos que estaban en otros asientos, y escuchaba la música que me había descargado en un antiguo mp3, sumirgiéndome en mis pensamientos, cosas que cambiaría del pasado.
Tenia muchas ganas de llegar, aún que quedaba la mitad del viaje, la verdad había notado un silencio, y eso era, casi todos los niños y niñas en el autocar estaban dormidos, yo estaba despierto, así que me puse a escuchar música para no molestar a nadie.
Me encantaba saludar a las personas que conducían un coche por la ventana, algunas veces, esas persoanas me devolvían el saludo. Estuve haciendo eso durante 30 minutos, la verdad, no era nada aburrido. Hasta que me empezé a cansar y esperé a que llegásemos.
Tras una larga espera, el autocar fue parando, y yo superemocionado me desabrochó y miré por la ventana para ver cómo era el hotel. Y para mi sorpresa...
-¿Pero que hacemos aquí profe? Pregunté
-Hemos parado en este bar para que descanseis y comáis. Dijo la profe
-Pero si ya hemos comido en el autocar y hemos descansado sentados. Discutí
La profesora se calló y se quedó mirándome, luego se marchó.
Tras intercambiar aperitivos con los demás, me encontré a George, me dijo que había encontrado a un compañero menos callado que yo y que se iba con el. A mi me dio igual, prefería estar solo el resto del viaje.
Cuando llegó el autocar, me senté en mi sitio anterior, pero vino George diciendo que ese era su sitio, y el de su nuevo compañero.
Le dije que yo había llegado antes, por lo que ese era mi sitio, el se fue, así sin más, y me quedé en mi sitio. Unos 5 minutos después una voz desconocida me dijo:
-Hola
Le miré y...
- Oh no, oh no, oh no, ¡es Emi! Pensé en mi cabeza.
Por si no lo sabéis, Emi es un niño insoportable de mi clase, que se tira todo el día hablando de videojuegos, y piensa que de mayor, Nintendo le va a contratar y va a hacer videojuegos de Mario Bros.
-Hola, emmm, este sitio está ocupado, ok? Es de un amigo, que ha bajado un momento al baño. Le dije
-Si claro, como si yo fuese tonto, es que tu no te quieres sentar conmigo, pues igualmente lo voy a hacer.
Vi cómo un niño entraba por la puerta del autocar, a si que le susurre suplicándole:
- Por favor, siéntate conmigo 1 minuto, nada más.
El niño se sentó conmigo, creo que se llamaba Alexei. La verdad era muy majo, ya lo había visto antes, pero me hablaba poco con el, la verdad también era un poco inocente, y casi siempre daba la razón a los demás, por que prefería no meterse en problemas.
Emi, al ver esto, se quedo estupefacto, y se marchó, yo le dije a Alexei que ya podía irse. Y finalmente me quedé solo.
El resto del viaje, estuve hablando con mis amigos, y mirando por la ventana mientras escuchaba música, pensando.
Un rato después, vi una pequeña casa acogedora, pensé que ese iba a ser el sitio en el que íbamos a dormir, pero el conductor no paró, y unos minutos más tarde, noté que estábamos frenando.
Mire por la ventana y...
- Espera, ¿¡ese es nuestro hotel?!
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Una noche inolvidable
Teen FictionQuien dijo, que después de una divertida noche de fiesta con amigos, lejos de casa, tu vida empezaría a empeorar? Os cuento una parte de mi vida, en la que con unas palabras, cambiaria parte de mi adolescencia.