-Buenos días, chicos, ¿durmieron bien? -exclamó mientras se restregaba sus ojitos-
-¡Eh! ¿Quién eres...?
-¡¿FELIX?!
~Felix x Stray Kids.~
Felix de la noche a la mañana pasa de ser chico a ser una chica. ¿Pero cómo? Eso mismo se pregunta su grupo. ¿P...
—Espera un momento, Binnie. Solo me voy a cepillar el cabello.
—Está bien, Lix. Yo y Chan te esperaremos en la sala.
—¡Okay, ahora voy!
—Vaya, Felix, te ves muy bien. ¿Quién diría que la ropa de Seungmin te quedaría tan bien? —dijo un pelinegro entrando a la habitación y cerrando la puerta tras de él.
—¡Innie! ¿Realmente me veo bien? Gracias por decirlo, significa mucho para mí, ya que en este cuerpo no me siento realmente como yo —dijo, volteando y dirigiendo una sonrisa hacia donde estaba el chico, ahora sentado en la cama tras de ella.
—No hay por qué agradecer, Lix. Simplemente estoy diciendo la verdad. Siempre me has parecido tan tierno y lindo. Y claro, aunque hayas cambiado de ser un chico a una chica, me sigues pareciendo realmente lindo y encantador, ¿sabes? Creo que lo que me gusta de ti, más que lo físico, es tu manera de ser tan linda y sincera. Eres tan genial a tu manera.
—¡Aww, Innie, eso es tan dulce de tu parte! —la chica dejó el cepillo con el que cepillaba su cabello sobre la mesa en la que estaba el espejo y se acercó a su menor con una mirada llena de cariño y una bella sonrisa para proceder a hacer su cabello hacia atrás, dejando la frente del menor al descubierto, para luego depositar un tierno beso sobre ella. El menor se quedó perplejo ante tal acto, ya que la persona que le gustaba desde hace mucho le había dado un beso. ¡Sus labios habían tenido contacto con él! Se sentía tan feliz. Por fin sentía que estaba avanzando con la persona que tanto amaba. "Waa, ahora es un beso en la frente, pero en el futuro puede ser un beso en la mejilla, o quizás me dará la oportunidad de poder darle un beso yo", decía internamente, sintiendo una emoción increíble por el futuro con ese chico, ahora chica. Ya se había imaginado una vida entera con Felix, pero no con Felix como una chica. "Claro, sería increíble que pudiera tener descendencia con Felix. Me encantaría poder ver a un o una mini Felix o mini Jeongin. Aww, ahora que lo pienso, serían tan tiernos". Una voz al otro lado de la puerta lo sacó de sus pensamientos rápidamente.
—Felix, ¿ya estás listo? Chan me mandó a avisar que ya es hora de irnos.
—Oh, ahora voy, Binnie. —dijo con emoción para darse la vuelta y caminar hacia la puerta, hasta que sintió un agarre en su camisa y volteó para ver lo que era. Al parecer, Jeongin lo había tomado de la camisa sin darse cuenta.
—¿Eh? ¿Sucede algo, Innie?
—Este... Felix, ¿te gustaría salir conmigo el martes?
—Oh... el martes. Ese día no puedo, Innie...
—¿Eh? ¿Por qué no puedes?
—Es que... —Felix estaba indeciso si decir que iba a salir con Seungmin ese día, pero pensó "No, esto es algo que solo yo y Minnie sabemos, así que será mejor decir algo más". —Es que ese día tenía planeado quedarme en mi habitación para ponerme al día con una serie.
—Oh, ya veo. Entonces, supongo que no se podrá.
—Lo siento, pero ¿qué te parece si vamos el miércoles? Ese día estoy disponible para ti las 24 horas.
—¿En serio? ¡Entonces el miércoles saldremos juntos, Lix! ¡Es una promesa! —dijo con emoción. —Claro que sí, Innie. Es una promesa.
—Bueno, ya es hora de que vayas con Changbin y Chan. Ten cuidado, ¿de acuerdo? —dijo el menor, para luego darle un fuerte abrazo a la rubia, sintiendo cómo el pecho de esta se apretaba en su pecho. Él estaba acostumbrado a abrazar a Felix porque este era muy cariñoso y amaba los abrazos, pero no esperaba que con ese cuerpo, el abrazo fuera diferente.
—Entonces, ya me voy.
—S-sí, ten cuidado, Lix. —dijo, mientras alzaba su mano y la sacudía de un lado hacia otro en señal de despedida, mientras veía cómo la chica salía de la habitación, cerrando la puerta tras ella y dejando en la habitación un silencio y a un Jeongin pensativo.
—Vaya, Felix, sí que te tardaste peinándote.
—Jaja, lo siento. Nunca había tenido el cabello tan largo y es algo complicado de desenredar, pero gracias por tu paciencia, Binnie. Oh, y tengo que agradecer la paciencia de Chan también.
—No te preocupes por eso, Lix. Por ti esperaría uno y mil años.
—Aww, qué tierno. —dijo, para proceder a darle palmaditas en la cabeza a Changbin mientras caminaban hasta la sala de estar, donde se encontraba Bang Chan esperándolos.
—¡Oh, al fin llegan! Ya es hora de irnos. Si nos tardamos más, seguro regresaríamos bastante tarde con la cena.
—Sí, tienes razón, Chan. Mejor salgamos ya. —Me pone un poco nervioso el hecho de saber que saldré con este cuerpo. Realmente no sé lo que pensará la gente al verme o si alguien me pueda reconocer. Será mejor no intentar llamar mucho la atención.
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—Creo que debí quedarme en casa... cada vez que nos encontramos a alguien por el camino me quedan viendo. ¿Qué tal si me reconocen? ¿Oh, qué tal si ya me reconocieron? No, no, no, tranquilízate Lee Felix, hay que pensar positivo. Si sobre pienso demasiado, me pondré más nervioso de lo que ya estoy. —Oigan chicos...
—¿Qué sucede, Felix? —preguntó Chan, que iba caminando al lado derecho de Felix.
—¿Pasa algo, Felix? ¿Qué necesitas? —preguntó Changbin, que iba caminando al lado izquierdo de este.
—Eh, ¿qué tal si en público me llaman simplemente Lix? Digo, por si las dudas.
—Por nosotros está bien, ¿no es así, Changbin?
—¡Claro! Nosotros estamos bien con lo que te haga sentir bien, Lix.
—Uff, gracias. Está siendo un poco complicado para mí procesar todo esto tan de golpe, pero me alegro de tenerlos apoyándome, chicos.
—No hay de qué, pequeño. Sabes que estamos para ti —dijo con un tono agradable y amoroso el mayor.
—Oh, miren chicos, ya llegamos, ¡vamos rápido! —dijo la rubia para acelerar el paso e entrar rápidamente a la pizzería alejándose demasiado de los chicos sin darse cuenta. Al entrar, vio que había bastante gente y se dirigió a hacer fila. Al parecer, por un momento se olvidó de que debía mantener un perfil bajo y entrando así al lugar no conseguiría pocas miradas precisamente. Al darse cuenta de eso, miró a su alrededor y vio cómo las miradas estaban en su dirección, muchas miradas, y gente susurrando entre sí cosas que él no lograba escuchar. Empezaba a ponerse nervioso, pero los mismos nervios no lo dejaban moverse hasta que sintió una mano sobre su hombro y una voz dirigirse hacia él.
