Capítulo 25

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La ausencia de Helios hacía que medir el tiempo fuera un desafío, y solo podían identificar la llegada de la noche por la aparición de la luna. En ese día en particular, Sagitario y Leo se dirigieron al taller de Hefesto. La enorme barra de adamantium que antes había estado en el taller había desaparecido por completo, fundida hasta su última molécula para el uso del dios. En la distancia, Hefesto los observaba mientras una imponente máquina daba vueltas al fundido de adamantium, que iluminaba gran parte de la habitación. Al notar la llegada de las ninfas, se apresuró a recoger dos paquetes, uno más grande que el otro, y los colocó sobre la mesa de trabajo más cercana a ellas.

-Lo prometido es deuda ninfas, este contenedor de adamantium tiene la capacidad de succionar lo que gusten, espero y tengan el conocimiento suficiente para saber que independientemente del dueño puede absorber lo que sea, solo apunten a su objetivo y no lo destapen hasta que estén seguras- les mostró el artefacto por todas partes, era lo más parecido a un jarrón con una gran tapadera de corcho, el metal del contenedor era plateado y brillante, pero de color plano, se lo entregó a Leo con cuidado- por esta parte tengo un encargo especial, he hecho alguna vez algo parecido, pero no deja de ser peligroso

-Hefesto, solo te hemos solicitado el contenedor, creo que ese encargo no es de nuestra pertenencia- respondió Sagitario apenada

-Lo es, aunque no lo creas- mencionó mientras abría el otro paquete que mostraba un set de cinco flechas plateadas, con un espacio en el centro de la punta que tenía una esmeralda, de esta salían raíces del mismo color con pequeñas hojas que formaban el astil del mismo, terminando por las plumas que eran hojas de las raíces, la parte de anclaje con el arco era del mismo material que el resto de la punta- son flechas de adamantium, lo que las hará muy resistentes; sin embargo debes de tener cuidado, lo que crees que es una esmeralda no lo es, es un balín lleno por un compuesto 100% puro de veneno de la hidra de Lerna, al igual que tus flechas son reaparecibles en combate, no se pueden perder.

-¿De quien fue esta maravillosa idea?- dijo Sagitario mientras tomaba una flecha y la veía detenidamente. Sus ojos brillaban de la emoción y encanto, apareció su arco y la cargo con la nueva flecha apuntando a un lugar de la pared al azar

-Puedo decir que desconozco las razones y no puedo decir de quien proviene el regalo- dijo Hefesto mientras se tocaba la barba pelirroja observando como Sagitario usaba las flechas

-Será investigación mía entonces, gracias Hefesto, has sido de gran ayuda para las ninfas

-No hay de que Sagitario, espero y la manera de agradecérmelo se regresando a Leo al taller, hay cosas que ella podría hacer por aquí- mencionó mientras observaba a Leo que estaba apenada

-Las ninfas esperamos el no tener la necesidad de romper nuestro vínculo de nuevo, pero si esto sucede ten por seguro que estará aquí ayudando- respondió Sagitario sarcástica

Las ninfas regresaron al templo con los artilugios que Hefesto les había conferido, las demás se encontraban esperándolas enfrente de la cascada del templo. Al verlas entrar con el contenedor esta se pararon listas para dar inicio al plan, sin embargo observaron que Sagitario traía algo más que tenía la misma envoltura que el jarrón, algunas lo pasaron por alto, pero otras no podían quedarse con la curiosidad.

-¿Hefesto ha hecho algo de más?- pregunto Tauro

-Luego hablaremos de eso, por ahora daremos inicio al plan- dijo mientras destapaba las flechas y las desaparecía

Aries y Libra fueron las primeras en entrar por el portal y llegar a templo de Ares, este estaba custodiado por sus ninfas, las que eran el objetivo en esta ocasión.

-Miren quien volvió- dijo Virgo mientras las observaba a lo lejos

-Veo que no tuvieron suficiente diversión con Sagitario y las demás- mencionó Géminis

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