En lo profundo del bosque existe una aldea perteneciente al clan de las ardillas, este clan por más de miles de años ha sido protegido por el clan de las panteras gracias a un acuerdo llevado a cabo entre ambos clanes. Esto era lo que traía la paz a ambas aldeas, sin embargo las panteras no aceptaron ese trato por simple amabilidad, querían algo a cambio por protegerlos.
El clan de las ardillas siempre fue reconocido por su fertilidad y sus numeroso miembros, mientras que las panteras tenía dificultad al concebir al no poder reproducirse con su propia especie, dependían de otras para eso, por lo tanto para mantener la paz ambas especies llegaron a un acuerdo que consistía...
Cada 100 años un miembro del clan de las panteras será el elegido para cuidar de la aldea, y al transcurrir esos 100 años ,un miembro del clan de las ardillas será elegido por ese protector para procrear un heredero que será quien continúe su legado, pero si alguna de las reglas impuestas por ambos clanes es rota, el trato se anulará y ambos entraran en guerra...
-Y esas fueron las últimas palabras del jefe de las panteras.
-Pero abuela, ¿cuáles son las reglas que no se deben romper? -La abuela miró a su pequeño nietecito y le sonrió tiernamente.
-Mi lindo Hannie, no sé cuales son las reglas, tu padre nunca nos informó, pero sí nos advirtió que nunca nos acercaremos al río que está detrás de la aldea.
- ¿Por qué? -Siguió interrogando al menor.
-Lo siento mi niño, pero no puedo decirte el porque, tu padre decidió omitir esa parte de la historia -Habló la mayor, pero aún así la ardilla no le creyó ni una palabra, decidió no preguntar más y averiguarlo él mismo.
Después de que Jisung se despidiera de su abuela, fue en busca de su mejor amigo para intentar convencerlo de que fueran juntos a explorar al bosque.
-Lix, vamos, ¿sí? sabes que lo disfrutarás mucho -El menor hizo puchero inflando sus mejillas haciendo que se vieran más adorables de lo que ya eran.
-Hannie, no hagas eso, sabes que no me resisto a tus lindas mejillas -El pecoso le tomó de los cachetes, los jaló hasta que pudo similar una sonrisa, cosa que le causó gracia.
-Felix, ¿puedes dejar mis cachetes? me duele -Trató de quitar las manos del peliazul, pero le fue imposible así que solo lo dejó ser.
-Es que no entiendo ¿cómo puedes ser tan adorable? mira estos cachete, me dan deseos de morderlos -Le jaló aún más los cachetes, mientras le hacía caras graciosas.
-¡Ya! ¡Suéltame! -Esta vez sí pudo sacarse las manos de su amigo de encima, cosa que fue un gran alivio, ya que pensó que le iba a arrancar la cara de tanto que la halló.
- ¿Entonces irás conmigo? -Habló sobándose las mejillas ya que le dolían después de recibir el ataque de ternura de su amigo.
-Sí, vamos, también tengo muchas ganas de explorar y entender ¿por qué no podemos salir ni a la puerta de la aldea? -Habló el pecoso.
-Si querías salir, ¿por qué me hiciste rogarte hasta utilizar mi arma maestra? -El menor no entendía a su amigo.
-Es solo que quería que me rogaras y apretar tus cachetes, pero como nunca me dejas, tuve que utilizar otros métodos -Lo miró malévolamente.
-Te odio -fue lo único que dijo el pelirubio.
-Lo sé, también te amo Hannie, ahora vamos a escaparnos, la pregunta es ¿cómo? hoy le toca la guardia a Changbin ¿qué hacemos?
-Tengo una idea, pero para eso necesito que utilices tus encantos -El contrario hizo una mueca, al ver la cara picara de su amigo, el peliazul estaba seguro que no le esperaba nada bueno.
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「✦𝙼𝚘𝚘𝚗𝚕𝚒𝚐𝚑𝚝✦」⋆ ★ᴹⁱⁿˢᵘⁿᵍ
RandomLas leyes no debían romperse, a los clanes entrarían en guerra. [La historia no esta editada, asique puede contener errores ortográficos o en la narración, asique pueden decirme si encuentran algo, el capítulo sera editado más adelante] ╰► 𝑯𝒊𝒔𝒕�...