Raquel
Son las once de la mañana y voy andando a paso ligero hacia casa de Marta. La caminata durará unos quince minutos, los que me permiten rayarme lo suficiente.
Le he dicho que viniera ella a mi casa, pero su queridísima madre no le ha dejado porque decía que no era necesario quedar tan pronto.
Joder, claro que es necesario.
Un sábado y ya estoy despierta y estresada, esto no pinta bien.Estoy en el parque que hay enfrente de su casa, así que mando un mensaje a mi mejor amiga y me indica que ahora me abre.
Veo que la cabrona todavía va con pijama y la envidio millones.
Me tumbo en la toalla y me quito la camiseta quedándome en bikini porque hace un calor de la hostia.
Solo hay dos chicas sentadas en unas hamacas al otro lado de la hierba, así que podemos hablar tranquilas.–Tu dirás–Comienzo, estirándome.
–No sé que decir–Me imita tumbándose a mi lado y empujándome porque es una puta rara y odia la hierba–Fue increíble–Admite y suspiro.
–Yo si que no sé que decir–Me da todo el sol en la cara, así que me bajo las gafas que tenía en la cabeza y me acomodo en la toalla–Yo le dejé todo claro a Jesús.
Marta se incorpora y me mira.
–¿Qué es todo claro?–Me pregunta y recopilo todo lo que le dije ayer a Jesús.–Nada, que no me voy a liar con él.
–¡¿Te pidió lío?!–Me grita y le empujo mandándola callar.
–No exactamente, pero sé que es lo que quiere. Tanto él como su hermano–Veo dos tíos la hostia de buenos sentándose en el borde de la piscina. Me retiro las gafas y los miro levantando una ceja–¿Desde cuando viven esos aquí?–Marta mira en mi misma dirección y suelta una palabrota asegurándome que si los hubiera visto antes se acordaría.
–Pero que no cambies de tema, joder.
Asiento y me vuelto a tumbar.–A ver–Comienzo y me propongo decirlo todo de carretilla–Le dije que no me iba a liar con él porque sabía que era lo que él quería, y tampoco me lo negó–Me quito el pelo de la cara y respiro–Me dieron ganas de pegarle una hostia y luego comérmelo a besos–Sonrío–Pero que ya sabes lo que opino. Que son mis ídolos, pero sé que se han tirado a media España, que para lo único que nos invitaron a cenar ayer fue para lo mismo–Me siento y Marta me imita-Y Dani lo consiguió contigo–Asiente y me mira con miedo–Que me alegro, enserio. Pero que Jesús no va a conseguir eso conmigo. Que no, que no me gusta que sean así–Niego con la cabeza—Que seré su amiga y todo eso, pero que no, que no joder—Me convenzo a mi misma y Marta se ríe—¡No te rías! Lo digo enserio—Finalizo molesta.
–Es que vas a acabar con él–Afirma volviéndose a tumbar.
–¡Qué no! Lo digo de verdad–Me tumbo junto a ella–Después de lo de...
–Ni lo nombres–Me interrumpe mi mejor amiga.
Tras diez minutos de silencio en el que sé que Marta ha estado debatiendo consigo misma y yo igual, rompo el hielo diciéndole que hoy hemos quedado con los gemelos.
Marta grita ilusionada y no puedo evitar reírme porque es una jodida loca de la vida.He hablado con Jesús y me ha contado que se le había ocurrido crear un grupo con los cuatro, no se lo he negado e inmediatamente lo ha hecho.
Primero se llamaba "No sé que nombre poner", luego "Marta es diva" aunque su querido Daniel lo ha decidido cambiar por "Raquel me gusta tu culo", por lo que Jesús lo ha sustituido a "Cine y punto".
He comido con Marta y les he prometido a Sonia, Ángela, y Sole que luego les contaba todo el concierto de ayer.
No saben nada de nada, sólo que tanto a Marta como a mi nos subieron al escenario.Les voy a contar más o menos todo, aunque lo consultare antes con los gemelos. Más de 600 kilómetros me separan de ellas, pero sé que puedo confiar en todo lo que les cuente, y más teniendo en cuenta que el tema es sobre las dos personas que nos unieron a las cuatro.
Llamo repetidas veces al timbre, y mi madre me abre con una voz adormilada de flipar.
He quedado con mi mejor amiga un cuarto de hora antes que con los gemelos para, yo que sé, siempre quedo con alguien antes de lo normal.
Entro en mi habitación y abro el armario suspirando.Después de diez minutos pensando, me decido por una camiseta de tirantes azul oscura de encaje con un helado o algo así en al centro, un vaquero corto, y algo parecido a unas Air Max pero de Bershka, porque las otras valen dos riñones.
Me cepillo el pelo e intento alisarme con el peine las pequeñas ondulaciones que me salen en las puntas, pero no consigo hacer nada.
Tampoco me preocupo de eso porque siempre lo llevo así y en mi vida me he pasado una plancha por el pelo.
Me cepillo los dientes porque no puedo estar sin hacerlo, joder, no podría vivir sin cepillármelos porque es lo más incómodo de la historia.
Y me miro como última vez para ver que nada falla.
Me echo la colonia y veo que mi madre se a vuelto a tumbar en el sofá, por lo que la despierto diciéndole que ya es tarde y que debe bajar a abrir la tienda. Asiente y se levanta. Me da quince euros para el cine y me doy cuenta que Marta llegará en nada a la heladería que está a la vuelta de mi casa.Cojo el móvil y me peino por última vez porque mi pelo es muuuy rebelde, le doy un beso a mi madre y salgo de casa a toda hostia porque acabo de leer que Marta ya me está regañando por mensaje.
"Marta Ríos: Coooorre, siempre tarde.
Como lleguen los gemelos y no estés te voy a matarrr."Sonrío y acelero el paso al bajar las escaleras.
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MUCHAS GRACIAS JO 💞💞😙🎈🎂👏💘
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Tu Sonrisa En Mis Pupilas.
Fiksi Penggemar¿Habéis visto La Ola? Pues no me da ni la mitad de miedo que despertarme un día y que no esté. *** -Apuesta por ella, tío -Me aconseja, y me paso la mano por el pelo nervioso. -¿Por qué debería hacerlo? -No sé -Suspira desganado-Tú sabrás porque c...