cap. único

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A sus 19 años de edad, Hwang Hyunjin nunca se imaginó pasar por una situación como esa

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A sus 19 años de edad, Hwang Hyunjin nunca se imaginó pasar por una situación como esa.

El de cabellos azules podía asegurar que las torpes mariposas moviéndose dentro de su estómago eran las responsables de todo. De que él esté, ugh, enamorado.

Nunca se consideró un Alfa romántico ni mucho menos cursi. Pero tal parece que lo que cuentan los absurdos libros que él había ignorado todo este tiempo, era totalmente cierto. Todo fue normal en su vida hasta que cierto azabache de grandes ojos, pequitas y bonita sonrisa apareció para sacarlo de la cueva de desinterés amoroso en la que estaba.

No podía negarlo, desde que la convocatoria de Fútbol fue publicada, él estaba más que listo para asistir y poder jugar su deporte favorito junto a muchos chicos más, no importaba si eran omegas, alfas o betas; pero lo que no se imaginó, es que cierto aroma a avellanas y moras frescas se colarían tan al fondo de su nariz que lo único que hizo fue sacudir de manera impresionante a su lobo.

Joder que era su destinado.

Podía olerlo, y no sólo eso; al reconocer al portador de aquella extraordinaria fragancia, su corazoncito quedó más que encantado con el bonito omega que lo miraba de la misma manera. Claro que él también había sentido a sus lobos reconociéndose de inmediato.

Con los constantes entrenamientos, Hwang no se dio el lujo de atrasar su avance con el omega. Sus acciones dieron como resultado que se encontraran saliendo luego de siete meses, para conocerse mejor y tener unos cuantos privilegios como posible pareja.

Porque Hyunjin sabía que no sólo porque sean destinados la iba a tener tan fácil.

Así que el peliazul ya pensaba que era el tiempo adecuado para dar el siguiente paso, razón por la cual en esos momentos se encontraba con los nervios de punta y no podía evitar morderse los labios con ansias. Ese era el día en el que había decidido declararse al lindo omega.

Podía confesar que no había logrado dormir nada la noche anterior, aprovechó sus horas de insomnio en buscar ideas en internet sobre cómo podría decirle al omega que fuese su novio.

Dios, de solo pensar en ellos dos junto a esa palabra hacía que su lobo saltase de emoción hacia todos lados y pidiera por la cercanía del azabache con ansias.

Luego de tanto buscar en páginas tanto confiables como no, lo tenía. O al menos eso quería creer.

Siendo prácticamente un inexperto en el tema, había pensado en unas cuantas ideas para sorprender a Felix. Como esperaba que nada saliese mal, decidió confiarse por varios planes; el A, B y C. Un poco exagerado, lo sabía, pero eso le generaba más seguridad y probabilidad de éxito.

Regresando al entorno actual, el alfa se encontraba sentado en las gradas junto a sus demás compañeros. El entrenador les explicaba las jugadas que implementarían para ese día y otras estrategias de lo mismo.

Soccer|HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora