Capítulo Cuatro

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—Tzuyu...—la llame desde la sala.

Hoy es viernes en la noche, como tradición ella viene a cocinar para ver unas películas juntas, yo estaba tirada en el sofá esperando a que termine el spaghetti, ¿Cómo puede ser que le salga tan bien? Según mi madre debería ser yo quien la conquiste con mi habilidad en la cocina, pero creo que la situación es a la inversa. Mi dulce novia cocina para mi, me mantiene a gusto comiendo todo lo que preparar con sus habilidosos manos.

¿Seran buenas solo en eso? ansio comprobarlo.

La pelinegra se acercó con dos platos en sus manos, los colocó en la mesita del centro junto a las latas de cerveza fría. Caí al suelo a su lado y bese su mejilla agradeciéndole.

—Eres un ángel, cariño.—le dije.

—No es nada, me gusta cocinarte, me encanta ver como lo dusfrutas.

Diablos, Tzuyu.

—Me encantaría darte el postre.—susurré contra su oído, nuevamente dando una clara indirecta de lo que tanto deseaba que hiciéramos.

—¿Preparaste algo? creo que vi helado cuando llegue...

Suspiré, es imposible.

I want to fuck 「Satzu」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora