una inesperada invitación y sentimientos escondidos

3 0 0
                                    

Capítulo 3: Los Celos de Bakugo

Siniy se quedó en shock por la inesperada propuesta de Todoroki. Aceptar la invitación a tomar un helado parecía una idea simple, pero antes de que pudiera responder, Bakugo irrumpió con su característico temperamento.

—No vas a ir con ese mitad y mitad —gruñó Bakugo—. Si vas a ir por un helado, será con Kirishima, no con Todoroki.

Confundida, Siniy intentó protestar. —Bakugo, no sé por qué te molesta tanto. Apenas conozco a Todoroki...

Bakugo la interrumpió, su agarre en el brazo de Siniy se hizo más fuerte. —No me importa. No vas a ir con él. Punto.

El grupo de amigos observaba la escena con preocupación. Denki, Jiro, Kirishima, Deku, Mina, Momo, Ojiro y Uraraka miraban con asombro y creciente inquietud. Deku finalmente dio un paso adelante.

—¡Kacchan, suéltala! —le dijo Deku con firmeza—. La estás lastimando.

Pero Bakugo no escuchaba. —Si tienes que ir por un helado, será conmigo o con Kirishima. Nada de Todoroki.

Jiro, viendo el dolor en el rostro de Siniy, intervino también. —¡Bakugo, suéltala! Está gritando de dolor.

Siniy, con lágrimas en los ojos, asintió. —Está bien, iré contigo... sólo déjame en paz.

Bakugo, aún furioso, aflojó su agarre. Siniy se frotó el brazo dolorido mientras todos los demás observaban en silencio. Mientras recogían sus maletas, Bakugo le murmuró en voz baja.

—No es suficiente que yo sea tu amigo. ¿Qué, ahora te interesa Todoroki?

Siniy lo miró, sorprendida. —¿Estás celoso?

—¡Cállate! —gruñó Bakugo, con su tono habitual—. No es lo que parece. Sólo quiero que seas fuerte, que me derrotes algún día.

Caminaban lentamente, el silencio entre ellos pesado y lleno de pensamientos no dichos. Jiro, preocupada, se acercó a Siniy.

—¿Estás bien? —le preguntó—. Si quieres, puedes dormir en mi habitación esta noche.

Antes de que Siniy pudiera responder, Bakugo explotó. —¡Tú qué, orejas! Ella será mi compañera de cuarto. No me importa lo que piensen los demás. Vamos, chica de hielo, porque nunca me vas a vencer.

Siniy, abrumada, apenas pudo procesar la situación. Sacó su teléfono y vio un mensaje de Todoroki: "No te preocupes. Tal vez otro día podamos ir por un helado."

Guardó rápidamente el mensaje, pero Bakugo lo notó. —¿Qué pasa, extra? ¿Algún problema? Habla, pelirroja tonta.

—Nada... sólo un mensaje —respondió Siniy, tratando de ocultar su incomodidad.

Bakugo resopló, lleno de ira contenida. —Vamos, cubo de hielo. Prometí a tus padres que te cuidaría. No es por otra cosa.

Siniy, sin otra opción, lo siguió en silencio. Los demás los observaron alejarse, preocupados por la tensión evidente entre ellos. Jiro se volvió hacia Deku.

—Esto va a ser complicado, ¿verdad? —susurró.

Deku asintió, con la mirada fija en la figura de sus amigos desapareciendo en la distancia. —Sí, va a ser muy complicado.

Después del incidente, todos se retiraron a sus habitaciones. Poco después, Kirishima tocó a la puerta de Bakugo y Siniy.

—¡Bakugo! ¿Qué tal? —saludó Kirishima con su entusiasmo habitual—. Veo que ya tienes a nuestra nueva compañera. ¿Cómo dijiste que te llamas? Soy malo recordando nombres, pero ¡qué bonito cabello! Parece que somos gemelos de cabello. Y tus ojos verdes... ¡Me encantan! Parecen dos esmeraldas.

la chica peliroja que entró al corazón de todoroki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora