Capítulo 20 - Risas compartidas

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Bueno gente, qué tal. Aquí está la continuación prometida de Unidos Como Nunca; disfruten.

Notarán que este capítulo es mas bien corto, lo hice así para no atosigarlos de golpe con tanto texto jeje.

En fin, los dejo con el cap ;D

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[En la Roca del Rey]

Kiara— No entiendo qué es lo que le ven de divertido a eso de verdad o reto. Lo único que consiguen es vivir peleadas.

Zuri— Bueno no es mi culpa que Tiifu se ofenda por la verdad.

Tiifu— ¿Verdad? ¿Qué puede tener de verdad esas tonterías que dices?

Zuri— Bueno ¿qué quieres que haga? Tampoco te gustan mis retos.

Tiifu (molesta)— Pero Zuri por el amor a los leones del pasado, pídeme cosas normales como retos.

Zuri (riendo)— Amiga, encima que te hago un favor. Mira es fácil... Le robas un beso a tu amado, lo justificas diciendo que yo te reté a hacerlo, y vualá: todos contentos.

Tiifu— Que Kion... NO... ES... MI AMADO ZURI.

Kiara (conteniendo la risa)— De igual forma sería muy cruel jugar con los sentimientos de otros así... ¿Qué tal si a él de verdad le gusta Tiifu y se emociona en vano?

Tiifu— ¡Exacto!

Zuri se llevó una pata a su boca, riendo por lo bajo. Kiara infló sus cachetes aguantándose todavía más las ganas de reír.

Su inocente amiga se dio cuenta de la trampa en la declaración de la reina interina y volvió a mirarla bruscamente.

Tiifu— Espera...

Las carcajadas de las otras dos leonas estallaron en la habitación... Sobre todo Zuri, que se tiró al suelo y se agarró el estómago de tanto reír, sin poder más.

Tiifu (avergonzada)— Chicas, ustedes dos son muy malas conmigo.

Kiara— Jaja, tómatelo con humor Tiifu, no hablamos en serio.

Tiifu— ¿Pero por qué siempre soy yo el objeto de las bromas y burlas? Como si Zuri fuese una santa.

Kiara— Hmm... Pues... Ahora que lo pienso.

Miró acusatoriamente a su otra amiga.

Zuri— Jaja. Ehm... ¿Que yo qué?

Kiara— Quizás me equivoque. Pero, bien que no le quitabas el ojo de encima a Bunga cuando venía a jugar al Baoballoni con mi hermano.

Ahora Tiifu y Kiara eran las que se reían de Zuri; que solo se quedó inmóvil, con los ojos como platos.

Zuri (nerviosa)— Eehh... Jeje, ¿qué tonterías dices Kiara? —rodó los ojos—. ¿Un tejón melero? ¿En serio? Ni desesperada llegaría a algo tan bajo.

Tiifu (riéndose)— Uff... Esa fue buena Kiara.

Ambas chocaron sus patas, en forma de celebración.

Zuri— Pfft; sí claro... Si se ponen a inventar es obvio que es fácil. Yo al menos hablo con fundamentos.

Tiifu— ¿Ah sí? ¿Cuáles?

Zuri— Uff. No me pidas que te los diga porque terminaré recién la semana que vien...

Escucharon a alguien entrar, murmurando algo por lo bajo. Se escuchaba muy enojado. Vieron por la apertura de la entrada al cuarto a un Kion muy molesto dirigirse a su habitación; tanto, que ni se molestó en saludar o anunciar nada sobre su llegada.

Tiifu (extrañada)— Vaya...

Zuri— ¿Qué le pasará ahora?

Kiara— No lo sé. Iré a verlo.

Hizo el ademán de levantarse, pero su amiga la detuvo.

Zuri— Yo no haría eso. Anoche casi se matan. Espera mejor hasta mañana.

Tiifu— Sí, yo diría lo mismo.

Kiara— ¿Y qué tal si le pasó algo grave?

Zuri— Él mismo te debería pedir ayuda si algo le sucede.

Kiara— Pero tal vez no se siente cómodo pidiéndola él personalmente. No le gusta molestar a los demás con sus cosas.

Sus pares se miraron entre ellas.

Kiara— Chicas háganme caso. No pasará nada, si veo la cosa difícil no insistiré, solo quiero saber qué sucede.

Tiifu se quedó en su sitio sin opinar al respecto. Zuri lo dudó, pero le asintió finalmente.

Kiara— Ya vuelvo.

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