Ceremonias, confecciones y sentimientos

Capitulo único

Unión Equivocada

Y aquí estoy, en la recepción de una iglesia a la puerta de lo que será el día más difícil de mi vida, el día en el que dejo pasar los anhelos de mi corazón por lo que él quiere, es doloroso, pero no obligare a nadie a algo que no quiera, no quiero ser como ella que obligó a una gran persona a vivir un error por su egoísmo como ella lo hizo con mi padre; La novia frente a mí, parece ser que estar tanto tiempo en un equipo para poder acercarme a él también conseguí caerle bien a los demás miembros, tanto que resulte siendo el que la llevara al altar para reunirse con la persona que amo. Todo era tan extraño, Rose allí, vestida de blanco, hermosa y letal como siempre, pero cada que la veía no podía evitar recordar como él me hablaba, tratando de convencerme para este momento que ambos compartiríamos, del como él estaría vestido de blanco y verde para combinar con su cabello y mis ojos, y del como yo me vestiría de negro y azul marino por mi cabello y sus ojos que tan prendido me dejaban. Aunque eso no era lo único extraño, Cass también estuvo rara desde que se entero de la apresurada boda, parecía saber algo que los demás no, y aquello la hacía ver confundida y un tanto enojada, toda la semana estuvo discutiendo conmigo y con él; ella sabía sobre nosotros y nuestro intento fallido de ser felices, lo que no sabe y ha estado tratando de averiguar desde el día en que se fijo la fecha de la boda, hace cosa de dos meses, es el como llegamos de estar a punto de hacer público nuestro polémico sentir a estar yo acompañando a Rose al altar y él frente al cura esperando del otro lado de aquella recepción.
Rose me quitó de mis pensamientos cuando me llamó, era la hora, mi plan era pasar el menor tiempo posible en la ceremonia y ocultarme en alguna esquina mientras buscaba una salida para escapar de todos, de él, Rose bien, ella entendía que era un sacrificado por nuestro oficio y que seguramente tenía algún caso que resolver, eso siempre fue una buena excusa para escapar con él, pero eso ya no servía de mucho.
Dispuse mi brazo, ella lo tomó, y cuando Art estaba por abrir la puerta de la recepción llegó Cass, pidió disculpas a todos y nos preguntó a Rose y a mí si podíamos hablar en privado. Cuando nos alejamos a un costado pudimos ver qué reflexionaba el como decirnos algo, Rose se preocupó, y bien que lo hizo,  Cass la llevó al baño y quince minutos después salieron juntas, Rose con los ojos llorosos y Cass como si acabará de notificar a un paciente que tiene cáncer terminal, Richard fue directo a la novia, había llegado hace unos minutos a comprobar si todo estaba bien y el porque de la demora de Rose; mientras él trataba de sacarle información sobre que le sucedía, Cass hacia mí, ninguno dijo nada, ella tan solo observaba tres cosas en ese momento, a Rose, la puerta de la iglesia que daba hacia los invitados y el novio, y mi teléfono en mano. Somos detectives, no precisamos nada más que unas simples miradas para saber que sucede, y por consiguiente, hacer lo que consideremos necesario.

Desde el otro lado de la puerta Jason espera impaciente y ansioso de que acabe esa tortura, múltiples invitados, ruido por doquier, la iglesia como tal ya era un tema que le resultaba incomodo de por sí, se sentía indigno de estar allí, la única persona que hacía desaparecer aquel sentimiento era él, pero el no estaba cumpliendo el rol de novio en esa boda precisamente.
Todo se había ido por el caño en cuestión de semanas, no entendía como todo había terminado tan mal, sentía que una parte de la historia le faltaba, como si alguien le hubiera censurado pedazos del guión de su vida, trato de hablar con Damian, pero era tarde, él ya estaba en un jet camino a una misión de duración indeterminada para cuándo se armó de valor para enfrentar la situación. No quería perderlo, todo parecía vacío sin alguien que silbara constantemente, que probaba sus inventos culinarios, o que pese a estar en las ultimas sobre una camilla siempre tenía algo que aportar a un caso.
Jason pensaba en todo esto mientras esperaba a Rose, la única que estuvo para él cuando sucedió lo de Damian, le convenció de que a veces hay que hacer cosas impulsivas para poder ser felices y que podían hacer eso y más juntos.

Odiaba pensar en aquello, más en esos momentos, estaba a punto de concluir con la pesadilla, Dick había ido a revisar que todo estuviera bien, pasaron unos minutos, aún no había vuelto y los murmullos empezaron a resonar gracias al eco del lugar. De repente, la puerta comienza a abrirse pero la música no empieza a sonar, no era Rose, sino Damian, mi corazón palpitaba sin entender el porque de su entrada cuando debería de estar con ella ahora mismo, caminaba hacía mí, tenía su teléfono en la mano y miraba de reojo a todos los invitados, mientras pasaba se escuchaba a la gente decir cosas como: “¿Se arrepintió?”, “¿Lo dejó tirado?”. No sabían cerrar la boca, él único que observaba la situación era B, estaba atento a todo movimiento, y más al de su hijo, creo que él sospechaba sobre lo nuestro, pero no compete ahora mismo. Damian llegó al altar, observó atentamente mi traje que hace tanto tiempo le había dicho que usaría para nuestra boda y se quedó unos segundos inmóvil frente a mí, volví a mirar sus ojos verdes, su cabello siempre alborotado, y sus labios de un color llamativo para los míos.

—Peter— nunca usé mi segundo nombre, no me gustaba, pero él hacía que fuera perfecto—, necesito que veas algo y que respondas a mis preguntas— yo asentí y abrió nuestro chat en su teléfono— ¿Esto lo escribiste tú?— Era una conversación larga, con palabras horribles, pero supuestamente, escritas por mí.
—¿Qué es esto?, ¿De dónde lo sacaste?— Tome mi teléfono asustado y fui a la fecha de la conversación— lo último que tengo de ese día fue que tú me enviaste una foto de Tus y Alfred acostados alrededor del casco que me robaste— ambos sonreímos por un segundo olvidando toda esta situación—, pero de esa conversación no tengo nada.
—No tienes nada porque esa conversación no fue entre tú y yo, esto fue entre yo y Rose haciéndose pasar por ti, ¿No te acuerdas que ese día la misión había salido mal y tú estabas en cama?, Pensé que estabas consciente, pero en realidad te habías desmayado y ella aprovechó para hacer esto— volví a mirarlo y él seguía atento a mí, vi su traje, era completamente negro exceptuando su pisa corbatas azul marino—. Jason no se que pensaste, pero yo no he dejado de sentir nada de lo siempre te dije que sentía, y está situación solo me ha hecho darme cuenta que es algo imposible de explicar con palabras para mí, pero te lo puedo mostrar— Damian tendió su mano hacía mí, todo parecía haberse detenido en aquel momento para permitirme procesar la situación observé a mis costados y allí estaba Roy, había escuchado todo y ya tenía el contexto pre y post rompimiento, parecía que sabía cómo iba a terminar esto desde el momento en que Damian cruzó por la puerta.
—Tomen, les servirá más que una motocicleta— nos lanzó unas llaves de lo que parecía ser un auto— está en el callejón de aquí al lado, pasen por la puerta de servicio los llevará directo a él— nos miramos y salimos apresurados de allí, lo último que escuchamos fue a Roy ir directo al grano— bueno, muchas gracias por venir, está boda se cancela, lamentamos todos los inconvenientes, les recuerdo que quien quiera puede ir a la fiesta igual y que tengan lindo día, ahora sí me disculpan me voy a mi casa, tengo una hija a la cual atender más que a ustedes…