Inicio.

119 9 3
                                    

Hubo un momento en que hubo mucho silencio, para luego escuchar su propia voz llorando, diciendo cosas sin sentido que él quiso callar con fuerza, porque eran mentira, a pesar de que había tenido una fuerte pelea con Jeff, al final se había disculpado y le había dicho que lo amaba mucho, que lo necesitaba, importándole bien poco si su hermana estaba frente a ellos o si alguien más pudiera escucharlo, ya que estaban en medio de la calle y Jeff parecía que no modulaba el tono de su voz, le hubiera encantado verlo a la cara y darle un beso, para decirle que lo disculpara de igual forma y que él también lo amaba, pero no pudo.

Cuando el silencio volvió es que por fin pudo abrir los ojos con dificultad, encontrándose sumergido en una tina que estaba llena de agua caliente, le tomo unos momentos el poder enfocar su mirada debido a que estaba algo oscuro, además de que estaba muy desorientado y confundido, pero cuando sintió un extraño dolor fue lo que le ayudo a despejarse más rápido, comenzando a notar las líneas rojas que se hacían en el agua a su alrededor, para luego ver sus muñecas y ver como estas tenían varios cortes que era de donde provenía toda la sangre.

Aunque aún estaba muy confundido y desorientado no dudo ni un segundo más en pegar un gran grito pidiendo ayuda, para su fortuna segundos después es que dos personas entraron a toda prisa vestidos con trajes negros, estaba tan asustado que no se puso a meditar porque vestían de esa manera, ni quieres eran, cuando vieron toda la sangre reaccionaron con rapidez, uno de ellos no dudo en alzarlo en brazos con prisa mientras que el otro salió corriendo pidiendo ayudar, agradecía que estaba en bata dentro de la tina, porque hubiera sido una gran vergüenza el salir sin ropa, rápidamente se hizo un escándalo en la casa donde estaban, como estaba demasiado alterado es que no puso realmente atención al lugar, a pesar de eso se le hizo un poco familiar pero no se detuvo a pensarlo, quien lo llevaba en brazos no detuvo su paso por ningún motivo, siguió corriendo con él en brazos rumbo a un auto para llevarlo a un hospital imagino él.

— ¿Qué paso Chay? —cuestiono la persona que se subió a su lado, la voz ajena fue lo que provocó que regresara un poco en sí, notando como lo había subido a una camioneta y esta arrancaba a toda velocidad, regreso su mirada a la persona a su lado encontrándose con Phi Apo que lo miraba entre molesto y asustado, el mayor rápidamente tomo sus muñecas y comenzó a hacer un torniquete con su corbata y otro con el cinturón de su pantalón, el menor negó entre lágrimas, ni siquiera noto el cambio de nombre, solo sabía que tenía mucho miedo.

— ¡No lo sé! —grito muy asustado.

— ¡Pensé que habíamos progresado! —le grito de regreso sin dejar de atender las muñecas del menor, que no entendía porque le gritaba ¿No miraba que no sabía que carajos pasaba?

— ¡Desperté y ya estaba así! —grito Barcode entre lágrimas mirando atentamente a la sangre que tenía en toda la bata blanca que traía puesta y toda la que estaba manchando la ropa de su Phi Apo.

—Porsche, cálmate un poco —escucho la voz de Phi Mile que al parecer venía enfrente, la camioneta se movía a toda velocidad mientras todo pasaba. Todo era un caos en su mente ¿Qué pasaba? ¿Por qué estaba así? ¿Por qué estaban enojados? Ellos sabían que él no era así, que no sería capaz. ¿Dónde estaba Jeff? ¿Dónde estaba su hermana? ¿Dónde estaba sus padres? Quería a su mamá en ese momento.

— ¡¿Cómo quieres que me calma Kinn?! ¡Es mi hermano! —reclamo el moreno sin dejar de sostener las muñecas ajenas, Barcode no entendía nada, su cabeza comenzó a dar muchas vueltas y sus ojos a cerrarse, realmente si estaba perdiendo mucha sangre — ¡¿No pueden ir más rápido?!

—Phi... —murmuro sintiendo como el cuerpo comenzaba a pesarle y los ojos a cerrarse.

— ¡Carajo! ¡No te duermas Porchay! —escucho como le gritaban, pero de un momento a otro todo se puso completamente negro.

¡No puedo mas! - ¡Pero Yo si!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora