*one shots(zosan y más)*

Debería haberme ido

By:sorayalia_milu87

Podía olerlo, básicamente apestaba a omega en precalentamiento. Cada vez que intentaba entrenar, su mente se distraía hacia el cocinero.

Su mente volvería al día en que vio a la cocinera desnuda. Fue un accidente, acababa de terminar de entrenar y era más de la 1 de la madrugada. Pensó que para entonces todos ya estaban dormidos. Sin embargo, no podía dejar de recordar el pequeño y rojo coño de la cocinera. Cómo el agua goteaba lentamente por su pálido cuerpo. No pudo ver mucho antes de ser arrojado al otro lado de la cubierta.

Las imágenes quedaron grabadas en su cerebro, lo que le hizo tener sueños interminables sobre el cocinero. Ahora tiene que lidiar con cómo está la cocción en precalentamiento. Todos los demás se han ido a explorar la pequeña isla nueva. Dejándolos solos, sabe que debe irse después de que el cocinero haya venido por la mañana para hacerse cargo de su guardia.

“Mosshead aquí comida.”

Abrió los ojos y vio al cocinero que estaba cerca de él. Sus fosas nasales se dilataron cuando el cocinero se inclinó para dejar su comida en el banco. Puede oler el dulce olor que se vuelve más fuerte con cada segundo.

“Apestas”

“Entonces vete ya”.

Frunció el ceño, no le gustaba la sensación de dejar solo al cocinero. La idea de que alguien más pudiera oler el olor a cocinero le irritaba. Se metió la comida en la boca, tratando de olvidar el calor acumulado en su estómago.

Miró un poco y vio al cocinero subiendo las escaleras. No sólo eso, sino que observó cómo los pantalones ajustados abrazaban perfectamente sus muslos, cómo su trasero parecía más grande a cada paso. ¡Qué perfectas encajarían sus manos!

Tosió, mientras su agujero se calentaba. No podía ignorar lo ajustado de sus pantalones. Realmente debería irse antes de que le afecte.

Cada centímetro de sol olía a cocinero, incluso mientras caminaba hacia la galería para tomar una siesta. Al tomar un sorbo de su bebida, sintió que le zumbaba la cabeza. El calor en su estómago nunca desapareció, sólo seguía ardiendo aún más. Entró lentamente antes de que una ola de fuertes feromonas golpeara sus fosas nasales.

Había un deseo ardiente creciendo, el olor a vainilla y canela le quemaba la nariz. Sus ojos escanearon bruscamente cuando alcanzó contacto con los ojos azules.

Su camisa estaba desabrochada, cayendo sobre su hombro mostrando su pálido cuello. Cómo sus glándulas estaban hinchadas y de color rojo brillante, haciendo que su gruñido fuera bajo. Su mirada se dirigió hacia abajo y encontró al cocinero sin nada debajo. Podía sentir que sus pupilas se dilataban más.

“¡ Zoro! Tú-yo pensé-”

Escuchó una voz, pero solo hizo que le sonaran los oídos, lo que le hizo ignorar el sonido. No podía mover la mirada, le dolían las encías, sentía que sus dientes se afilaban. El coño de la cocinera estaba empapado de resbaladiza. Su pequeña polla gotea con semen.