Silent Night [Yoohyeon-Dreamcatcher]

Único

La vista era nublosa, la noche era callada y oscura.

Ahí llacia el cuerpo de mi novio, sin vida, siendo un cadáver a la mitad de la sala. Mingi nunca me había tratado bien, siempre había sido abusador, no me dejaba salir, me pegaba todas las noches y como si fuera poco, me gritaba por mis horribles habilidades en la cocina.

Pensé que podría soportarlo, que era el destino, mi vida iba y seguiría siendo así, sin embargo, el deseó por acabar con el sufrimiento llegó.

Quería morir, quería irme de este mundo cruel donde nadie te trata bien, donde todos son unos egocéntricos que piensan solo en ellos mismos.

No tenía familiares, todos habían muerto. Una noche trágica había sucedido, y estaría en su mismo estado si no fuera por qué decidí no ir a ese estúpido viaje.

Salir de Seúl, ir a la playa, sonaba bien ¿Verdad? Sin embargo Mingi no me lo permitió, así que negué la invitación.

Nunca pensé que eso definiría mi vida por completo.

Días después de la despedida llegó la noticia, mi hermana Gahyeon, mi madre y mi padre habían chocado, un accidente automovilístico había sucedido contra un camión de carga.

Ninguno sobrevivió.

¿Depresión? No, no tenía eso, no podía caer en esas cosas.

Solo tenía una cosa en mente constantemente, agarrar de una vez ese cuchillo que tanto me llamaba en la mesa de la cocina, y dejar de vivir.

Dejar de respirar.

Mi objetivo era ese, lo quería hacer y lo haría, pero no, Mingi se interpuso, dijo que no, pero no por el amor que "me tenía" si no por qué ya no tendría una fuente de dinero fiable.

En mi trabajo me pagaban bien, y estaba obligada a que todo mi sueldo sea depositado en su banco a cambio de tener un techo donde vivir.

Me negué rotundamente a seguir en esa realidad, sin embargo, los gritos empezaron.

Me empujó contra la pared, haciendo que me tropezar en el proceso. Caí llena de moretones al suelo, con la respiración agitada mientras algunas heridas y cicatrizes se abrían, dejando caer el tan famoso liquido rojo.

—No sirves de nada— designo con asco en su voz —Ojala te mueras zorra— agregó empezando a patear mi estomago.

Inevitablemente me toque la zona afectada intentando de superar el dolor, pero era simplemente demasiado.

Luego me tomo del cabello, arrojándome bruscamente contra el piso, sin embargo, con sangre en el labio y el suelo, me levanté dificultosamente.

—Quedate quieta— ordenó con enojo, por mi parte, di algunos pasos torpes para luego llegar a la cocina.

Tomé con dificultad el objeto, mi mano estaba temblando demasiado y mi vista nublosa no me dejaba ver bien.

—Me mató aquí mismo— amenacé apuntando el cuchillo hacia mi pecho.

—Ni se te ocurra, Yoohyeon— nombró entre dientes mientras se acercaba lentamente.

Como método de defensa le dije que se alejara, que daba un paso más y tomaría accion.

Sin embargo, una cosa que dijo hizo que diera vuelto el cuchillo y me abalanzara contra el.

—Admitelo, Yoohnie, soy mejor que esa idiota de Minji, le importas tan poco que hasta te dejó por otra chica— rio sarcásticamente —Lesbiana de mierda—

Enojada fruncí el ceño. No había día en el que no pensara en el amor de mi vida, nuestra relación se sintió demasiado ficticia para ser verdad, Minji me trataba muy bien, nos juramos amor eterno, hasta que el idiota de Mingi llegó a mi vida, obligándome a finalizar con todo lo que tenía, incluida cualquier tipo de cercanía con mi novia de ese entonces.