Nahomi Bennett.
— Mami, ¿me llevas a pasear? — mi hija me mira con ojitos de súplica y a pesar de que llevo muchas cosas en la cabeza no puedo evitar ceder ante ella.
— Claro mi amor, busca la correa de Sami y vamos al parque. — asiente Feliz y va en busca de la correa del perro.
Los problemas que tenga nunca deben afectar a mi hija aunque ahora mismo esté hecha polvo no dejaré que eso impida que mi hija pase el rato conmigo.
No entiendo que hice mal, no entiendo cuando sucedió todo esto, cuando cambio todo ni porque lo hizo.
Odio, eso era lo que sentía de mi misma, ¿que me faltó?, ¿Acaso no era feliz?, pensé que si lo éramos, nunca hubieron señales de que no me siguera amando.
Siento una lágrima bajar por mi mejilla pero la limpio rápidamente remplezandola por una sonrisa al escuchar los gritos de mi hija.
— ¡Vamos Sami, vamos al parque! — el perro ladra mostrándole la lengua en aprobación a lo que acaba de decir mi hija.
Ella se hacerca y me da la correa la cual coloco en el cuello del peludo el cual me mira moviendo la cola.
Le sonrío acariciando su cabeza y me incorporo.
— Ve por tu chaqueta mi amor, ahorita hace sol pero no tardará en empezar la brisa — mi niña asiente y va por su chaqueta.
Agarro al perro de la correa y también tomo mi abrigo junto con las llaves del auto y mi cartera. Cuando baja tomo su chaqueta y abro la puerta para que salga.
Cierro y primero me dirijo hacia un lado del coche dejando al peludo allí y luego abro la puerta para cargar a mi hija colocándola en el asiento tracero al lado del perro. Acomodo su camisita la cual se arruina al cargarla y le abrochó el cinturón.
— ¿Listas? — ella asiente y el perro ladra.
Me monto en el asiento del conductor y arranco el coche en camino al parque.
Veo a mi hija por el espejo retrovisor, está pegada a la ventana con una gran sonrisa, ella es tan linda, tan dulce, tan única.
— Mami, ¿cuando podrá papa venir al parque con nosotras? — mi corazón de rompe y mis ojos se agua pero trato de ocultarlo mirando a la carretera.
¿Que haré? Seis años de matrimonio echados a la basura, ni siquiera está confirmado, pero tampoco tengo dudas. Recuerdo esa noche, lo mucho que llore preocupada porque no llegaba, no me había avisado que llegaría tarde y eso me mantuvo despierta toda la noche.
Pero quedé como la propia estúpida al ver el estado el el que llegó, el solo en pensar en lo que ví... Se me remueve el estómago.
— ¿Mami? — escucho la voz de mi hija de nuevo y salgo de mis pensamientos.
— Lo siento mi amor, mamá está un poco distraída — digo y ella sonríe — Papi está ocupado con el trabajo, pero te prometo que la próxima vez le diré para ir los tres, ¿Te parece?
— ¡Si! Pero que sean cuatro, Sami también tiene que ir — sonrío.
— Por su puesto que si.
Estacionó el auto y me bajo sacando a mi hija, luego bajo a Sami.
Caminamos por el parque mirado todo mi hija me lleva a distintos lugares y yo solo la sigo dejando que ella decida que quiere hacer.
— Hija, ¿Quieres un helado? — su mirada se dirige a mi de inmediato.
— ¡Siii! — sonrío tomándola en brazos para ir por el helado pero cuando volteo mis pasos se detienen y me quedo fría.
De inmediato siento las lágrimas al borde de mis ojos, aprieto la correa del perro entre mis manos y mi corazón empieza a bombear fuerte sintiendo una gran furia y tristeza.
No me muevo, mi cerebro me dice que me vaya que no veo eso, pero mi cuerpo no reacciona. Deseo que lo que estoy viendo sea mentira, sea un sueño, que todo sea algo producto de mi imaginación, por favor que así lo sea.
— Mamá — mi hija me llama pero aún no reacciono siento las lágrimas correr por mis mejillas libremente mientras la escena que está al frente de mi me causa náuseas y a la vez un gran vacío.
Mi esposo, el mismo hombre que decía amarme, el mismo hombre que me abrazaba todas las noches, el mismo hombre que juro nunca lastimarme, el mismo hombre que prometió siempre estar para mí, es el mismo que está justo ahora antes mis ojos.
Mi barbilla tiembla y suelto un sollozo al ver cómo el pasa la mano por la cintura de la mujer que está a su lado atrayecdola hacia el para hacerle mimos al bebé que ella tenía en brazos.
La escena me destruye, termina de confirmar mis sospechas, aunque sabía que me era infiel, nunca imaginaba que me enterara de este modo.
En sus ojos puedo ver como la mira, puedo ver un brillo en estos, puedo ver su sonrisa, sonrisa la cual ya no aprecio hace meses, y ya veo que el motivo es que ya cambiaron de dueña.
Parpadeo, no quiero seguir aquí, no quiero seguir viendo esto, no quiero seguir perjudicandome de este modo, me lastima, me quema y no quiero salir más herida.
Doy un paso hacia atrás y no se porque pero por alguna razón el perro ladra y esto causa que la mirada de ambos caiga en mi.
Veo confusión en el rostro de la chica al mirar mi estado y por parte de el veo preocupacion arrepentimiento y culpa. Me apresuró a darme la vuelta cuando veo que el suelta a la chica dando un paso hacia mi dirección pero de prisa me volteo.
— Vamos a casa — digo hacia mi hija la cual me miraba confundida y con pesar.
— ¿Y el helado? — pregunta y yo acaricio su cabello caminado de prisa.
— prometo darte helado en la casa, pero ya nos tenemos que ir cariño — asiente sin decir más nada y yo agradezco el que no siguiera.
La subo de prisa al igual que al perro y cuando volteo puedo ver como el viene corriendo a mi dirección.
— ¡Nahomi, espera¡ ¡Déjame explicártelo mi amor! — siento la gran necesidad de quedarme pero no permitiré que termine de romper los pedazos rotos de mi corazón.
Me monto en el auto y arranco sin mirar atrás, hoy destruyó más que mi corazón, hoy destruyó nuestra familia y eso nunca se lo perdonaré...
Que tal, que tal.
Yo aquí con una nueva historia.
Espero les guste y le den mucho apoyo.
¡No sé olviden de botar y dejar su comentario!Ptt: Estos son borradores así que pido perdón si encuentran algún error ortográfico, trataré de arreglarlo a lo largo del libro.
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Dolorosos Deseos
RomanceUna mujer hermosa, sonrisa deslumbrante, personalidad hermosa, con el sueño de ser algún día una patinadora de hielo reconocida . Su familia era multimillonaria y reconocida gracias a sus grandes publicidades y diseños. Todos en su familia se dedic...