Era invierno, el clima era frío y el viento me golpeaba la cara; en la nieve quedaban mis pisadas apresuradas en busca de un baño.
Recorrí algunas calles sin señal alguna de un lugar donde pudiera simplemente cagar.
Finalmente encontré una tienda de autoservicio, en la que tuve que comprar un estúpido kimchi para usar el maldito baño, que por cierto, estaba deplorable y con un olor muy parecido al de un cadáver con 5 días en descomposición; sin embargo me parecía algo interesante el ambiente de ese lugar.Saliendo de ahí lave mis manos con la poca agua que caía de un grifo viejo y oxidado, me acomodé el cabello y me propuse llegar al trabajo.
Frente al edificio había un vagabundo tirado. Estaba ebrio, inconsciente, con la ropa sucia y rota que dejaba al descubierto algunas partes de su cuerpo; observé durante unos 2 minutos la escena, pues me parecía exitante verlo en ese estado tan deplorable y antihigiénico, aún con eso quería verlo más de cerca, olerlo y admirarlo un poco más, así que mientras despertaba fuí a dejarle el kimchi que había comprado y unos cuantos billetes que tenía fuera de la billetera, él me agradeció y finalizó con una simple y sincera sonrisa que me pareció bastante dulce y atractiva; sin duda era un hombre bastante guapo, de rasgos bien definidos, no mayor de 50 y con un olor bastante penetrante a sudor, suciedad, basura y orina.
Todo el día estuve pensando en ese tipo, quería indagar más sobre él pues realmente había quedado encantado con sus características; por lo que saliendo de la oficina caminé hacía la acera dónde se encontraban él y su basura que utilizaba como cama u hogar. Él se dió cuenta de que era yo, me saludó y volvió a agradecer pero en esta ocasión estaba apoyado en sus rodillas, también lo saludé y me fuí a casa.
Al llegar preparé mi cena y después me senté a reflexionar en la sala de mi departamento; en ese momento el vagabundo llegó a mi mente: su olor, sus ropas y el verlo de rodillas dándome las gracias me provocaron una incontenible y fuerte erección, seguir pensando en él me era incontenible así que esa noche le dediqué algunas cosas .
Al día siguiente preparé mi desayuno y en otro plato hice algo para llevarle al vagabundo. Al llegar fuí a su casa de cartones viejos y mojados para entregarle ese desayuno que había preparado con tanto esmero para ganar su confianza y experimentar este nuevo sentimiento que había surgido dentro de mí al ver a ese sucio y pestilento hombre.Caminé hacía dónde se encontraba separando basura que seguramente había recolectado para comer durante el día, supongo que escuchó mis pasos pues apresuradamente volteó hacía mí con cierta preocupación y al ver que era yo, aliviado me dijo -Buenos días, menos mal es usted, disculpé la reacción es que a veces viene la gente a insultarme o tirarme cosas.
-Oh, no, no debería preocuparse. Venía a dejarle esto, espero que lo disfrute mucho y tenga buen día.- le respondí de manera tranquila. Con mucho gusto me agradeció y me mostró de nuevo esa sonrisa que solo admiré unos momentos.
A mí hora de comer pedí algo en una de esas aplicaciones a domicilio, pues no quería salir de la oficina ese día, hasta que me asomé por la ventana que daba a la entrada y ví al vagabundo que había guardado un poco de su desayuno, (seguramente para comer después) pero que ahora estaba compartiendo con un perro callejero que se había acercado por el olor y decidió alimentarlo y darle cariños, por lo que decidí pedir dos órdenes y llevarle una a él, así que cuando llegó rápidamente bajé a decirle al repartidor que le llevará la otra orden a él. Verlo comer tan feliz me causaba mucho placer, exitación y desesperación por tenerlo más de cerca.
Saliendo de trabajar me decidí a ir con él, pero no lo encontré, lo que me causó cierta molestia por lo que llegando a mi apartamento pensé en buscarlo por toda la ciudad; jamás había sentido tanto desespero como está ocasión. Me contuve y fuí a la cama, sin dormir, pensando toda la noche en dónde estaría, dando vueltas sin tener respuestas; así hasta que dieron las 6 de la mañana y me preparé para ir a mi aburrido trabajo. Por suerte, ví que mi querido vagabundo estaba dormido muy tranquilamente en su caja de cartón entonces solo dejé la comida que preparé a un lado.
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Baño De Kimchi
RandomEl coreano astetik buscando un baño sin esperar que se encontraría a un vagabundo que le cambiaría la vida Una historia de amor y ciencia ficción que te enamorará