Falsas impresiones

Ser o no ser...

Capítulo 7

-Aquí estoy Albert-dijo Candy una vez que se reunió con su amigo, al ver el alivio dibujado en el rostro del rubio, Candy rápidamente añadió-no te preocupes que no hice ninguna tontería.

-Lo siento Candy, es que vi entrar a la señorita Marlow, y a Terry detrás de ella... y como desapareciste...-explicaba Albert.

-No te preocupes Albert, todo está bien-sonrió dulcemente-que te parece si me haces el honor de bailar conmigo-y diciendo esto, lo arrastró al centro de la pista.

Candy lo llevó hasta donde estaban sus amigas incluidas Karen, los rostros de todas a excepción de Patty, se tornaron de un rojo intenso, pudo ver como con su caballerosidad y dulzura se había ganado el corazón de las presentes. Albert prometió bailaría con cada una de ellas, pero antes tenía que hablar con algunas personas.

-Candy tu hermano es un sol-decía aún sonrojada Rosalind.

-Creo que me enamoré-expresó Alice con rostro soñador.

-Ciertamente, tu hermano es todo un caballero-habló finalmente Karen, quien desde que Candy había presentado a Albert, esta mantuvo la boca cerrada.

-Es la persona más importante de mi vida-expresó Candy, mientras veía a Albert hablando con los que seguramente, tenían directa o indirectamente algún negocio con la familia.

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Eleanor veía aquella escena sin dar crédito a lo que le mostraban sus ojos. Recordaba muy bien a aquel chico con el que prácticamente creció. Repentinamente a su mente llegó el recuerdo de su amado padre, quien desde que ella huyó con Richard le dio la espalda, desconociéndola como hija.

Si alguien más salía y veía aquella escena, sería la ruina para su amigo; así que haciendo uso de unos cuantos trucos, tosió ligeramente pero lo suficientemente fuerte para que la escucharan, dirigiendo su mirada en otra dirección. Decidió darles la espalda, fingiendo no haberlos visto. Después de unos cuantos instantes escuchó unos pasos tras ella decidiendo ignorarlos, manteniendo la vista fija hacia dentro del gran salón.

-¿Lilian, eres tú?-escuchó la voz sorprendida de su viejo amigo-perdón por no haberte saludado antes, pero temía que te hicieran incomodas preguntas.

-Ciertamente ha pasado mucho tiempo Chris-dijo Eleanor, fingiendo sorpresa-casi siete años para ser exactos. Y dime, en Europa ¿encontraste lo que tanto buscabas?

-Por largo tiempo pensé que sí, pero el deber me trajo de regreso. Y tú mejor que nadie sabe que por más que huyas, este siempre te alcanzará-suspiró tristemente Christopher.

A la mente de Eleanor vinieron aquellos bellos recuerdos, en los que era feliz con Richard y su pequeño Terry, para que después el deber llamara a Richard, sumiendo a los integrantes de esa bella familia en un abismo de tristeza, al igual que lo que ahora se encontraba viviendo el mismo Terry al permanecer al lado de Susana.

-En eso tienes toda la razón Chris-respondió con pesar Eleanor-¿Y cómo esta él?

-Envejeciendo cada vez más, y aunque él no lo quiera admitir, extrañando a su pequeña Lily-Christopher sonrió de medio al ver el respingo de Eleanor.

-Sabes bien que la sola mención de mi nombre, lo enfada-respondió con tristeza.

-Después de muchos años, he vuelto a ver a tu hijo-dijo Christopher tratando de distraer a su querida amiga-déjame decirte que contrario a lo que la gente piensa, Terrence es el vivo retrato del viejo Marshall, estoy segura de que si lo conociera estaría orgulloso de su nieto.

-Algún día le hablaré a Terry de su abuelo-suspiró Eleanor-pero temo más el rechazo de mi padre hacia él.

-Ha cambiado mucho, Lily-murmuró en tono suave Christopher.