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No sabia si con Jeongin había llorado lo suficiente, porque si no, no se explicaba que desde hace tres horas que había llegado a su casa, Felix se la había pasado llorando en su pecho sin detenerse.

Estuvo afuera de su casa como 10 minutos pensando en como debería presentarse, estaba nervioso y no quería generar una mala impresión, se había bañado, su abuela lo ayudó a escoger la ropa indicada para verse bien y cuando sintió que estaba listo, decidio que era el momento de ir. Para su suerte la abuela del pecoso lo recibió en la puerta, y cuando le preguntó por Felix y su mamá, su corazón se oprimio cuando la abuela le había dicho que nunca llegó. Y fue cuando pidió verlo.

Mentiría si dijera que no se esperaba verlo al castaño, pues Jeongin casi siempre estaba con Felix. Quería hablar con el, sabia que lo habia lastimado y no había usado las palabras correctas, estaba muy arrepentido y se sentía tan tonto, el si lo consideraba su amigo y también lo quería, pero en ese momento estaba muy nervioso y lamentablemente había explotado con el. Recordó el rostro del castaño cuando había terminado de gritar, esos ojos cristalizados que lo miraron con miedo, y su corazón dolio al volver a ver esa misma mirada cuando se lo encontró en las escaleras.

Se sentía la persona más cruel del mundo.

Quería que su abuela lo agarrara a escobasos, y se reprochó por milésima vez el como trató al menor, el solo quería jugar con él, y a pesar de que si, gritaba la mayoría de veces y era un dramático, era un buen niño con el que se había encariñado.

Tenía un nuevo plan, hablar con el y pedirle disculpas, eso no podía seguir así.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la melena rubia del pecoso despegandose de su pecho, sus ojos se chocaron con los suyos y su estómago comenzó a sentir un cosquilleo. Sus ojitos estaban muy hinchados, su rostro, orejas completamente de color carmín y no se le veía ninguna peca. Algo que odiaba Changbin cada vez que Felix lloraba, ambos de acomodaron hasta quedar frente a frente.

—Binnie— susurró el menor.

—¿Uhm?

—Gracias por venir.

—No hay nada que agradecer Lix, de todas formas iba a venir a verte hoy— dijo— quería saber como te había ido.

—Al final no fue como yo esperaba... no vino Binnie, nunca llegó— susurró mientras sus ojos comenzaban a acumular lagrimas.

—No Lix, no llores otra vez, por favor— acercó su mano y limpio sus lagrimas— Ya lloraste suficiente, y tendrás que hablar con ella para saber que ocurrió.

— No quiero escucharla— Felix negó con su cabeza— Ni mucho menos verla, es mejor que se quede allá para siempre.

—Yo creo que sería mejor hablar con ella ¿Si? No ahora, pero cuando te sientas cómodo y con ganas de hablar— dijo, mientras el pecoso se concentraba en los mimos que el mayor le hacia en su cabeza.

—Me mintió, no soy importante para ella, no me quiere.

—Eso no es verdad.

—Si lo es.

—No es así.

—Si es así, si no, no me hubiera dicho que iba a venir para luego no hacerlo.

—Seguramente tien-

—No— se levantó de cama alejándose— La esperé— llevando sus manos a su rostro sollozando— La esperé antes de salir al escenario, la esperé en la pausa de la obra y la esperé en el final, siempre veía su butaca esperando a que llegara, y hasta el final siempre estuvo vacía.

SINCE I SAW YOU [changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora