Capitulo 1: Sección 101

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Solo un recuerdo, pero tan intenso
no saber si te volveré a ver, para mi es un misterio.

Santiago de Chile, marzo de 2023.

Javier.

Había estado todo el verano batallando con la secretaria académica, su respuesta era siempre la misma: No podemos entregarte horarios hasta que tomes ramos en marzo, por esa razón estaba aquí, esperando pacientemente en la fila para poder acceder a su oficina.
No era un trámite muy largo, mi problema era que necesitaba cuadrar mis clases con los horarios de mi trabajo y el colegio de Nicolas, ahí entraba en otro conflicto porque aun no encontraba a alguien que pudiese cuidar de él mientras yo no pudiese hacerlo, hasta el momento, me tocaba traerlo a clases conmigo. Miré la hora en mi celular a la par de avanzaba conforma la fila de movía, solo una persona más y sería mi turno.

-Por fin -susurré cuando salió la chica que había entrado antes que yo- Buenas tardes.
-Javier -me saludó, punto a mi favor el hecho de que no se hubiese olvidado de mi.
-¿Cómo está? -Pregunté cordialmente.
-Bien -respondió fría- ¿Cual es el horario que te acomoda?
-Necesito tomar clases en diferentes horarios -informé- Los lunes trabajo en la tarde, los martes tengo libre, miércoles en la mañana...
-Momento -me atajó- No puedes saltar de la mañana a la tarde, tu lo sabes.
-Claudia, necesito poder hacerlo -enfaticé- No es solo por el trabajo, ya me arreglaron los horarios una vez, ahora volveré a cambiarlos.

La chica frente a mi resopló al mismo tiempo que rodaba los ojos, yo le sonreí, ella podía solucionarlo, solo no quería hacerlo, o bien, quería verme casi suplicar por ello.

-¿Cómo está Nicolas? -Preguntó mientras tecleaba en su computador.
-Como un torbellino -me reí- Pero bien, en general, emocionado por su nuevo colegio.
-Dale saludos de mi parte -dijo pasándome mi horario- esto es por él, no por ti, que conste.
-Obvio -le sonreí- San Nico que consigue favores sin estar presente.
-Ridículo -refunfuñó.

Me hice a un lado para dejar avanzar a la persona detrás de mí, abrí mi mochila para guardar el documento que me acababa de entregarme, ajeno a lo que ocurría a mi alrededor.

-Emilia -dijo alguien- Emilia Santander.

Voltee la cabeza al oír ese nombre y el tiempo se congeló en ese momento, una chica rubia se encontraba de pie frente al mismo mesón en el que yo había estado tan solo dos minutos antes, veía su perfil ligeramente cubierto por cabello. ¿Han oído alguna vez que sienten que el mundo se detiene y deja de girar? Eso acababa de pasarme, el mundo había dejado de girar en aquella oficina, mi mirada debió de ser muy intensa porque la chica giró por completo su rostro hacia mi, de frente podía ver perfectamente sus ojos verdes, algo confundidos, en la parte alta de su frente tenía una cicatriz que se perdía hacia su cabello, no sé cuánto tiempo estuve ahí, solo sosteniendole la mirada.

-Javier -me llamó Claudia- ¿Necesitas algo más?

Pestañeé y desvié mi vista desde la rubia a Claudia, la morena.

-No -respondí con un tono de voz tan severo que la hizo fruncir el ceño.
-¿Qué esperas para retirarte entonces? -Preguntó molesta.
-Estaba... -iba a decirle que estaba guardando mi horario, lo cierto era que ya lo había guardado- Olvidado -dije simplemente- Gracias.
-De nada -respondió entre dientes antes de dirigirse a la chica- Sección 101, Emilia, empiezas el lunes.

Alcancé a oír mientras salía ¿101 dijo? Volví a abrir mi mochila para deshacer el trabajo que acababa de hacer, el número de sección estaba destacado con verde neon, 101, íbamos a ser compañeros.

-¡Eh! -oí a mi espalda- Disculpa... ¿Tu estas en la misma sección que yo, verdad? Mo lo ha dicho la chica allí dentro.
-Si -dije solo por inercia.
-Genial ¿Me puedes decir como van? -preguntó- Tuve que congelar un año y creo que me va a costar ponerme al corriente ¿Solis sigue haciendo teoría de la fotografía?
-¿Seguro que estuviste solo un año fuera? -pregunté frunciendo el ceño.
-Si -afirmó.
-Solis jubiló -le informé- Aunque vuelve a hacer oratoria a veces, los grupos de trabajo se forman la primera semana así que te sugiero no faltar, fuera de eso, estás por tu cuenta.
-Oh ¿Y tu tienes grupo?
-Yo trabajo solo -me colgué la mochila en mi hombro- Si me disculpas.

Y sin despedirme giré en dirección opuesta a la de ella y me marché, una vez fuera del edificio central el aire caliente me golpeó como un mazo, el calor por poco y me tira al piso, porque si, culpé al calor de la sensación de oídos tapados y peso en el estómago, mi respiración agitada daba cuenta de un incipiente ataque de ansiedad que debía controlar, era solo una chica, nada más que eso, una compañera nueva, nada de lo que preocuparse.

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⏰ Última actualización: Nov 18, 2023 ⏰

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