El jardinero

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Si llego a viejo voy a hacerme jardinero
para esparcir lo que he aprendido por el suelo;
y crear un lindo panteón donde caer muerto
cuando llegue mi momento
y huya al fin del entrecielo.

Por cada vez que he fracasado, una amapola;
para los besos olvidados: belladona.
En monumento a lo que he sido, una mandrágora
que esconda en su matriz
tallada, un cuerpo en mi memoria.


Atada en flores de beleño
con la soga de mi cuello
quiero ver, sobre mi tumba, una corona;
Pues seré rey yaciendo en turbios
poemarios, dedicados con tesón
a quien amé y ahora me odia.

Bajo campanas de estramonio
percutidas por polillas
de gusanos que alzan alas a la luna,
celebraré mi funeral
para, en silencio, interpretar
gritos del alma en 'pizzicatos' de penurias.


Cuando la noche se haga eterna en el aroma
y viva un éxtasis de flores tras su lona,
descansaré por fin en paz
perpetuamente, en un lugar
donde las brujas tengan con qué hacer sus pócimas.

Y bajo el manto de la tierra que me cubra
me haré sustento a esas raíces que se anudan
trenzando un muro vegetal,
que sea capaz de envenenar
a quien profane lo que dentro de él sucumba.


Expresión de una psicopatología mediante versos neuróticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora