VOLVIENDO A VIVIR-Mjari13

Ese hombre otra vez

Escucho voces afuera, veo por la ventana y ahí esta la tal Melissa, supongo,

una insignificante mujer, morena, pequeña, con cara de pocos amigos.

Ella esta claramente furiosa por algo, él entra y me dice:

-Aquí esta el móvil, llama- me pasa el móvil y yo veo el aparato como un

bicho raro, tal vez porque presiento que ese aparato es la discordia entre

ellos dos.

-ok-digo con vergüenza y mirando a través de la ventana veo la cara

disgustada y descompuesta de la mujer.- ¿que le pasa?

Marco el número de la grúa y le doy la dirección, llamo a Fernando para

tranquilizarlo...

-Adiós Fernando, ahora te cuento.- Corto la llamada- Lamento causarte problemas-digo

señalando a su esposa-debo ir al carro.

Salí luego de tomar mis cosas, dejé el celular en el comedor, cuando

puse un pie afuera vi unos ojos llenos de dolor-rabia-miedo. No sé realmente

que significado tiene su mirada, no lo supe descifrar pero no me gusta, no me

siento culpable por el sexo, si al fin y al cabo, sólo fue un simple revolcón,

pero me parece que ella algo esconde, mi presencia la molesta, no es nada

amable y él la venera mucho, claramente se ve. Y eso me da rabia.

-Buenos días, lamento causar problemas ¿díganme cuanto les debo?- les

pregunto amablemente

Él puso cara de pocos amigos clavando su mirada oscura en mi, pude ver a

plena luz del sol lo sexi que es, más que anoche, oh por Dios es impresionante.

-Creí haber sido claro señorita sobre el dinero, solo fuimos

hospitalarios- dice resoplando

-Así es... ¿ya se tiene que ir?-pregunta la mujer furiosa y viéndome de

arriba abajo, irónicamente.

-Si, ya debo irme-digo ésto con una sonrisa fingida-Gracias- intento

ser amable en este momento tan incomodo, la mujer me veía curiosamente de medio

lado como si leyera peligro en mi frente.

- Con ese gracias, basta. Ven te acompaño al coche- camina alejándose de

ella

-No, no es necesario-digo mientras camino buscando la salida

veo de reojo como la mujer enojada lo coge de un brazo tratando de

retenerlo, ¿eso que es? ¿una campesina con miedo de perder a su macho?-me

digo riendo maliciosa.

Llego hasta mi coche, a una distancia de 80 metros, vaya estaba

sumamente cerca, pero por la oscuridad o por pelear con él no me di cuenta,

abro con la alarma y subo y veo como aquel hombre viene desesperado detrás de

mi.

-Dime por lo menos antes de irte tu nombre- me exige agitado y con la