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—¿Y? ¿Cómo estás? —Jimin estaba alimentando a Jyunmin que estaba en su silla de bebé mientras hablaba con Jin por videollamada.

—Uhmm... mejor de lo que creerías —Jin llevaba una gorra negra e iba caminando en un lugar muy transitado, Jimin no podría adivinar donde estaba exactamente pero la gente parecía tener prisa.— ¿Qué hay de ti? ¿Cómo están tú y Booba?

Jimin rio por el apodo que le tiene a su hijo.— ¡Booba está aquí! —su bebé habló.

—¡Oh, Dios! ¿Booba, puedes darle un poco de eso a tío Jinnie?

El niño tendió la cuchara que Jimin le deja a su completo control hacia la pantalla del celular de su padre. Jin acercó su rostro a la cámara para poder abrir su boca y después hacer como que masticaba.

—Delicioso, bebé, gracias —el niño rio ante el beso que Jin le dio a través de la pantalla. Jimin volvió a aparecer en su visión.— Lo amo.

—Él también te ama. Y como ves, está más que bien.

—¿Y tú?

Un silencio largo se entabló entre ambos, Jin no detuvo su andar pero claramente daba por sentado que su amigo no estaba del todo bien al presentarse tal silencio.

—Es por el maldito imbécil del alcalde, ¿no?

—Jin hyung... —Jimin dijo en modo de advertencia por decir esas palabras frente al pequeño.

El mayor seguía su camino, Jimin lo vio negar.— Está bien, está bien, no hablaremos de él frente al cachorro, pero tienes que contarme todo hoy en la noche.

—Hyung, no. Mientras allí sea de noche, yo estaría llevando a este pequeño a la escuela, y cuando aquí sea de noche, tú estarás en alguna filmación... así que eso sería imposible, lo sabes —recordó Jimin la gran diferencia de horarios que hay entre Corea y Estados Unidos.

Además, no quiere hablar de Jungkook con Jin, ni con nadie, no quiere siquiera pensar en él.

Escuchó la risa grave de su amigo.— Tonto, no me entendiste... estoy viajando a Seoul en este mismo momento, ¡nos veremos hoy, Jiminnie!

¿Qué?

Su hyung cambió la cámara frontal a la tracera y Jimin vio varios aviones ser enfocados. No puede ser, SeokJin viene a Corea después de tres años.

—¡Hyung! No me lo creo, en serio vienes —la emoción en la voz del menor hizo que Jin riera.

Quería darle una sorpresa a todos pero, es que no puede simplemente hablar con Jimin ahora y pretender que está de camino a casa, al menos, no puede pretender con su Jiminnie.

—Cuando te abrace, no te soltaré, Hyung —dijo Jimin.

—No quiero tus abrazos, Jimin, quiero los de Booba —Jin chilla.— Recuerda no dormirte, saldremos hoy.

El castaño niega fingiendo indignación mientra dirige el pañuelo de su bebé para limpiarle la frente y parte de sus mejillas, estaba ensuciando toda su carita, y es algo que Jimin le deja hacer pero, puede lastimarse sus ojitos si le permite ir más allá.

—¿No sería mejor que llegues y te vayas directo a casa con Namjoon Hyung a descansar? Ya tendríamos tiempo de vernos y ponernos al di-

—Oh, estoy a punto de abordar, Jiminnie. Llamaré en cuanto aterrice. ¡Los amo!

Jimin dejó de ver a su bebé para mirar la pantalla y darse cuenta de que ya Jin había terminado la llamada. Fue jodidamente extraño.

—Supongo que tú tío sigue estando loquito —le sonrió quedamente a su hijo quien jugaba con su comida.

President [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora