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Los dos se miraron a los ojos durante un rato antes de que ella interrumpiera.

— ¿Qué quieres apostar, Akashi Seijuro?

—Apostare mi alma.

Ella soltó una carcajada provocando que Akashi apretara los puños.

—Tu alma no me sirve de nada —dijo sentándose en la lápida —. Tener un alma como la tuya sería realmente fastidioso.

Aomine, Kagami, Kise y Takao, aguantaron las ganas de soltar una risa, la cual se tragaron al ver la mirada de enojo del pelirrojo.

—Entonces, ¿qué quieres de mí?

Él a ver la enorme sonrisa de felicidad que se le formaba a Shin, tuvo un mal presentimiento.

—Quiero tus recuerdos.

Enarco una ceja.

—¿Mis recuerdos?

Asintió vigorosa.

—Sí, todos y cada uno de ellos en los cuales aparezca mi Tet.

Trago saliva.

—¿Quieres eliminar de mi memoria todo lo que tenga que ver con Tetsuya?

—Sí.

Se quedó estático, sin saber que decir, ella se rio.

— ¿Qué te sucede, mi querido Akashi Seijuro?, ¿no estás dispuesto a arriesgar tus recuerdos porque sabes que perderás?

—Estoy dispuesto apostar mis recuerdos con tal de que traigas a Tetsuya devuelta a la vida —hablo rápidamente sin pensar —. ¿Qué tengo que hacer?

Se llevó una mano a sus cabellos.

—Pensé que nunca lo preguntarías —se levantó de donde estaba y comenzó a caminar —. Los iba a buscar yo, pero dadas las circunstancias es mejor que alguien más lo haga —suspiro —. Tienes que buscar seis objetos que se encuentran en diferentes partes de Japón y en cierto determinado tiempo.

— ¿En cuánto tiempo?

—No estoy segura, en unos tres o cuatro días —le sonrió.

Akashi estaba por aceptar pero Midorima lo jalo del brazo hasta donde estaban los demás.

—Akashi, ¿qué haces?

—¿Tú que crees que hago Shintarou? Estoy intentando hacer una apuesta con la shinigami.

—Se lo que haces —Akashi enarco una ceja —. A lo que me refiero es que, ¿no crees que te estas precipitando?

Esté lo miro incrédulo.

—Lo mismo pienso, Akashi-kun —hablo levemente Momoi.

Él la miro, lo que provoco que se sintiera cohibida.

—Entonces, ¿qué quieren que haga? —hablo entre dientes —. ¿No hacer nada, cuando Tetsuya arriesgó su alma por nosotros?

—A eso voy —dijo —. Kuroko dio su alma por nosotros —él señalo a todos los presentes —. Así que es mi deber también entrar en la apuesta.

—Shintarou esto no...

—Shin-chan jamás creí que dirías algo como eso —se burló Takao interrumpiendo a Akashi.

— ¡Callaste, Takao! —le alzo la voz irritado.

—¿Cómo creen que encontraremos los objetos? —pregunto Himuro ignorándolos.

Akashi levanto una ceja.

—Pero aun no nos ha dicho que objetos —hablo Kagami.

—Oigan —intento llamarlos.

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