Te observa y luego te desarma

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(Creo recordar que esto fue una de las peores noches de mi vida y ahora sabrán él porque)

Entrando en la oficina de la abuela, recuerdo que el olor de ese lugar a rata muerta (no solo hablo de la abuela) nunca supe cómo era esa cosa, claro que nunca dejé que me llenara las expectativas con las historias que me contaban mis primos antes de desaparecer y un año regresar, pero dejaban de ser ellos mismos, no decían nada ni pensaban en los demás como nos decían nuestros padres y algunos regresaban casados, pero nadie sabía de ellas más que los tíos (hombres) y la abuela.

Pero me estoy desviando del tema, recuerdo que la abuela en ese momento estaba leyendo un libro, se veía viejo y algo gastado me vio un poco se quitó sus lentes y dijo con su voz celebrando mi llegada a mi nueva vida- mi pequeño eclipse, tengo algo que hablar contigo querido- siempre iba directo al grano, y era extraño que de dijera ese apodo, solo lo decía para saber si había hecho algo -dime nana Diana- ese era su nombre no quería que le dijéramos de otra manera, en ese momento me vio con unos ojos secos suspiró pesado y mientras sacaba unos recibos me decía -querido, debo de decirte que ha llegado tu día, puesto que estas en un periodo de prueba  a partir de ahora. Ya que no eres un niño más te voy a enseñar el negocio de la familia y por qué todos somos ricos, aunque muchos de ellos solo trabajen tres días al mes- ella estaba feliz de saber que esto sería muy divertido para ella, pero yo di un paso atrás ya que la noticia tenía muchos huecos sin sentido - ¿entonces es cierto lo que decía mi madre? - pregunté asqueado. Me miro enojada y apretó un botón para luego mencionar el nombre de mamá y luego sonreír - eclipse, Frida ya no va a ser un problema para tu aprendizaje, después de todo ella es parte de todo esto - estaba confundido y algo consternado. ¿A qué se refería con que ella no es un problema? -mi niño, veo que estas cansado- vi que se había levantado, di media vuelta para abrir la puerta, pero esta tenía seguro por fuera escuché sus susurros en mi oído, seguido de un piquete en mi brazo -ve a dormir un poco- después de eso mis ojos se cerraron.

Todo va y vieneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora