Único capítulo

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-Lo extraño mucho K- dijo Nicholas sentado al lado de este.

-Te entiendo, todos lo extrañamos Nicholas.

-Sí lo sé, pero no lo entiendes del todo K, él era mi todo, mi primer amor, mi primer novio, mi luz, mi esposo, mi único amor, mi Euijoo- dijo en un suspiro- realmente lo extraño, no creo poder olvidarlo nunca, ¿Por qué se tenía que ir así?- tenía lágrimas en sus ojos mientras miraba a K.

-No lo sé, Nicholas, no lo sé, yo tampoco lo logro entender.

Y con esto comenzó a llorar, el mayor lo abrazo y lo dejo llorar en su hombro.

Hace un año, Euijoo había fallecido, no, no solo había fallecido había sido asesinado, había sido víctima de la homofobia, que por años habían soportado al ser una pareja abiertamente gay y aún peor ahora que eran esposos.

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Hace un año, Euijoo se habia despertado al lado del amor de su vida; Nicholas, amaba mucho a ese hombre, con el que llevaba casado ya cinco años y de relación llevaban ocho años, y en ocho años de relación había sido verdaderamente feliz. Ese día Nicholas se paró, baño y alistó para irse a trabajar, Euijoo ese día lo tenía libre así que preparo el desayuno a su esposo y desayunaron juntos.

-Quiero quedarme contigo, cariño- dijo Nicholas.

-Sé que quieres estar hoy conmigo porque es nuestro aniversario número cinco, pero solo tienes que ir a esa junta y ya te vienes conmigo y celebramos nuestro quinto aniversario.

-Sí, voy a estar contando cada segundo de esa junta para saber cuanto falta para ver al amor de mi vida- dijo mientras llevaba su platos al lavadero, lo lavo, seco sus manos y se acercó a Euijoo otra vez.

-Siendo sincero quiero estar con el amor de mi vida todo el día, pero esa junta es importante, así que no te quejes y vete para que llegues temprano.

-Esta bien amor- dijo mientras agarraba su bolso y llaves del carro- nos vemos más tarde, te amo mi vida- dijo acercándose a Euijoo para dejar un dulce beso en sus labios.

-Yo también te amo- y vio como su esposo salía de la casa y de dirigía a su auto, cerro la puerta y se sentó en el sofá de la sala y ver una película para pasar el tiempo más rápido.

Al cabo de unos minutos, tocaron la puerta y pensó que era Nicholas que había olvidado sus llaves o decidió no ir al trabajo y si era lo segundo lo iba a regañar muy seriamente, se dirigió hacia la puerta y la abrió, asombrado por qué no era Nicholas si no su vecino que no lo quería ni poquito, bueno no los quería ni poquito, por qué era un homofóbico a morir, pero al juzgar su aspecto parecía que hubiera tomado un poco.

-Hola, buenos días señor Kim- saludo Euijoo amablemente.

-Umm, hola- respondió secamente el señor Kim.

-No es por sonar grosero, pero, ¿Se le ofrece algo señor Kim?

-Nada, no se me ofrece nada.

-¿Entonces?

-Solo venía a saludar a mi vecino maricon, digo a mi vecino homosexual- dijo con una sonrisa falsa en su rostro.

-Oh, bueno si es así ya lo hizo.

-Nunca me había dado cuenta que para usted ser un maricon no es para nada afeminado, es alto y tiene un cuerpo musculoso, que desperdicio que seas un maricon, pudo haber encontrado una buena mujer que le diera lindos hijos- comentó el señor Kim aún con su falsa sonrisa.

-Señor, sí vino hasta aquí para hacer sus comentarios homofóbicos, le pido amablemente que se retire- dijo Euijoo a punto de cerrar la puerta, pero el señor Kim la sostuvo para que ésta no la cerrara.

Ya no estás aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora