¿¡Sonrojada yo?!

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 -¡Por supuesto! ¿Que...?

-Estoy en el hospital

-¿Qué te pasó? ¿En qué hospital?

- A mi esposa. Yo estoy bien. Estamos en el hospital San Rafael, pero no me dejan quedarme aquí no tengo donde dormir ni dinero para quedarme en un hotel -dice esto con la voz apenada.

-Okey, okey no te preocupes, voy para allá, estoy cerca, espérame afuera ¿tu esposa ésta bien?

-No, ella no está bien-llora-es lo único que tengo no me han dicho más.

-Voy para allá-nunca suelo hacer algo así por alguien, pero este hombre me brindó su ayuda y techo cuando yo lo necesité. Conduzco hacia el hospital y ahí estaba afuera sentado en la acera, con la cabeza agachada metida entre las piernas, bajo del carro y me acerco lentamente

-¿Pablo?

-Caro!-levanta la cabeza, se levanta de golpe entusiasmado y me abraza.

-Vamos, todo va a estar bien-lo subí al carro, cierro la puerta y di la vuelta para subir yo.

-Perdón por molestarte, es que no tengo a nadie más aquí.

-No te preocupes por eso, te dije que estaba a la orden cuando me necesitaras.

-Gracias-dijo mirándome apenado y yo le sonreí-esperen le sonreí, yo no le sonrió a nadie que no sean Fernando y Rosita, bueno este pobre hombre necesita al menos una sonrisa en este momento

En el camino él se duerme, llegamos a mi departamento y lo despierto para bajarnos del carro

-Vaya que bonito...

-Si, pase y siéntase cómodo, iré a buscar un pantalón de pijama mío para que tome un baño y lavar esa que tiene puesta.

-Te agradezco Caro.

-Carolina. -corrijo-Venga conmigo lo llevaré al baño

-Entramos a mi habitación me siento incómoda tenerlo aquí, le di un pantalón muy grande de pijama y una camiseta amarilla grande mía.

-No tengo nada varonil- digo incomoda- Por aquí está el baño.

-Te agradezco todo- dice con una sonrisa tímida y entra al servicio, cierra la puerta.

-Paseme la ropa sucia para ponerla a lavar mientras le preparo algo de comer-digo nerviosa, que tiene este hombre que me pone nerviosa, debo dejar de pensar estupideces, este hombre está mal de ánimos.

-Aquí está-solo abre un poco la puerta y me pasa la ropa con una mano, yo apresuradamente la tomo y saliendo de la habitación digo:

-Okey, estaré abajo.

-Esta bien, Gracias.

Bajo con su ropa entre mis manos, la llevo a la lavadora, la meto y me voy a la cocina, algo debe haber para comer, yo casi nunca como aquí. Hice unos sándwich y saco de la refrigerador un jugo de manzana, estoy sirviendo en el desayunador cuando lo veo bajar, venía apenado con mi ropa

-Mi estado de ánimo no mejora nada con esta ropa, ¡eh!- dice con una sonrisa arqueada y su labio luchando por no sonreír.

-Lo siento, es lo que tengo-digo sonriendo

-Que hermosa sonrisa tienes.- Dice clavándome los ojos.

-Ven come esto-digo nerviosa y tratando de ignorar el piropo

-Gracias, no he comido nada en todo el día.

-¿Dime que pasó?-pregunto mientras él se sienta y suspira.

VOLVIENDO A VIVIR-Mjari13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora