PABLO
-Melissa ve y busca tu libertad, ve en paz, vuela alto, no hay miedos, ni ataduras, descansa tu alma en el inmenso mar que tanto amaste...-Tiro las cenizas en el agua y entrego todo sentimiento de rencor, solo agradecimiento he de sentir por ella...-adiós Melissa descansa en paz.
Camino de regreso hacia el carro donde esta Carolina, camino pensando en mi vida en como en un día todo la vida tranquila que recuerdo se ha vuelto cenizas y ahora no sé ni quién soy.
Cuando llego hasta el carro Carolina me mira con ojos tristes.
-¿Estás bien?
-Si...No... la verdad, todo esta totalmente enredado en mi vida, pero todo está bien..- me mira con asombro- me siento egoísta, pero algo muy al fondo a pesar de la crudeza del momento, me hace sentir bien.
- Es duro lo que estas pasando. Yo no sé como hacerte sentir mejor. Tal vez deberíamos comer algo, vamos a un restaurante- anuncia confundida
Rodeo el carro para subirme y en silencio llegamos a un restaurante pedimos algo ligero de comer, no hablamos, terminamos y nuevamente en silencio nos dirigimos al carro, yo no tengo ánimos de hablar y Carolina respeta mi tristeza. Cuando vamos, veo por la ventana como dejamos atrás los árboles, las nubes amenazan con tormenta, voy distraído en mis recuerdos cuando escucho la vos suave de Carolina.
-Hemos llegado...
-Bien, muchas gracias, es mejor que te vayas, puede ser que llueva pronto.
-¿Pero? yo...- intenta hacer una petición, pero no la dejo hablar, menos voy a permitir que me acompañe, esta vez soy yo, sólo, el que mitigara mis penas. Tragaré despacio cada revelación escudriñada y no necesito ojos reflejando lastima. Menos que sea Carolina quien me vea transgredido.
-Vete Carolina es lo mejor, gracias por todo, un día te pagaré todo lo que has hecho por mi-me bajo del carro con paso pesado entro a la casa que guarda un silencio total, un vacío, en el comedor el desayuno servido que había quedado. Ahora está en mal estado, ¿Dónde está el cofre rojo? ¿Dónde? camino hacia la cocina y rebusco no hay nada, en la sala, voy al cuarto, miro en el vestidor, el baño, las mesas de noche, no hay nada, rendido me siento en el suelo recostado a una de las mesas de noche, recojo mis rodillas y entre ellas meto mi cabeza, mis manos agarran mi cabeza y mis dedos se hunden en mi cabello.¿Quién soy? ¿Qué haré ahora? Las lágrimas corren presuntuosas por mis mejillas, mi mundo se desmoronó en pocas horas. Levanto la mirada y ahí está el cofre de la verdad debajo de la cama, ¿las llaves? me levanto corriendo y busco en un bolso negro detrás de la puerta, regreso y meto con mis manos temblorosas la llave, lo primero son unos recorte de periódicos de hace 5 años con fotos de un accidente de avión, una foto mía donde anuncian mi desaparición, abajo ésta una billetera de cuero negro, la abro y veo 6 tarjetas de crédito, la cédula de identidad Andrés Roberto Borgues Linarte, la foto unos años menos sin barba y ropa cara, por otro lado mucho dinero en efectivo -¿Melissa, cómo pudiste? No recuerdo nada, absolutamente nada- me quejo
CAROLINA
Me largo. Este patán no merece que este aquí, idiota ¿Quién se cree?- lo dice mi orgullo propio
La verdad él no está bien debo ayudarlo, me bajo del carro y camino en silencio la puerta esta abierta y escucho un grito descomunal corro hacia la puerta del cuarto, me paro en medio de la puerta con mis manos agarradas del marco y lo miro tirado en el piso desolado, levanta la mirada y me ve con lágrimas en los ojos y mirada apagada, no había nada en esos ojos, eran como dos huecos oscuros y profundos.
-Vete, no deberías estar aquí
-No me iré a ningún lado, me quedaré contigo- grito
-No sé quién soy, no me queda nada de mi vida.... mira...- me tiende unos papeles
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VOLVIENDO A VIVIR-Mjari13
RomantizmCarolina Fritz una magnifica y exitosa abogada, fría y preciosa. Que por una traición no cree en el amor, pero conoce a Andrés Roberto Borgues un hombre sencillo con un secreto. El hombre que le cambiará su vida, le enseñará a amar y ambos sentirán...