-¿Entonces, qué estáis haciendo?- Pregunto a Aitana desde el sofá de la casa de mi abuela.
Son las nueve y media de un sábado. Al estar en mi pueblo no he podido ir a ver el partido de mis amigos. He llamado a Rud para que me cuente que tal, pero estará con los chicos y no ha contestado. Así que he llamado a Aitana, una de mis mejores amigas que ha ido al partido a verlos.
Me ha contado que han perdido horrible y que nuestros amigos estaban cabreados.
-Nada, estamos Celia, Mae y Vera. Acaban de poner una peli de las malas. Les he propuesto bajar a ver a Marcos y a tu novio pero Mae y Celia no han querido.
Vera y Aitana se han hecho muy amigas de Rud, mi novio. Cuando empezamos a salir no se llevaban lo que se dice bien, pero entre pullas se aman y a mí eso me encanta. De vez en cuando viene alguna de las dos a quejarse de que el otro le ha estirado del pelo o que se ha metido con ella en serio y tengo que controlarles como si fueran unos niños.
-¿Habéis hablado con Rud? No me ha cogido el teléfono. Decidle que me llame cuando pueda.
-No, solo lo he visto en el partido. Nos hemos ido rápido a casa porque Celia y Mae estaban esperándonos. No ha jugado mal, creo, ósea él ha marcado la mayoría de los puntos. Igualmente les han machacado.- Aitana hace un sonido de sorpresa y me empieza a hablar emocionada- ¿Quieres ver el cartel que les hemos hecho Vera y yo? ¡Vera, trae el cartel! Espera que cambio a videollamada- Me corta la llamada y unos segundos después veo su cara en la pantalla de mi móvil.
-¿Has visto? Esta chulo ¿eh?- Al otro lado de la llamada hay una cartulina con las caras de Andrés, Rud y Marcos pegadas tamaño folio. En la cara de Marcos han dibujado con permanente unas cejas gigantes y dientes negros, también han decidido que crear un porro con recortables de una revista y pegarlo sería buena idea.
-¿Os han dejado entrar en las pistas con un dibujo de un porro?- Le pregunto a mi amiga.
-Sip. Pablo ha traído un cartel apoyando al equipo contrario e Iker uno que ponía "Marcos bésame el culo" o algo así. - Típico, sinceramente no me sorprende.
A través de la llamada empiezan a escucharse gritos y risas. Aitana empieza a reírse como una loca y trata de explicarme lo que acaba de pasar en su casa pero no consigo entender nada de lo que dice por culpa de la risa, que no le deja hablar.
Pasan unos minutos hasta que cortamos la llamada y yo entro a insta. En las historias veo fotos del partido. Pablo ha subido una imagen de Marcos besando el culo de Iker con los pantalones puestos, obviamente, mientras el otro sujeta su cartel. Todos los del equipo la han resubido y ahora es la foto de perfil del grupo de whatsapp que tenemos todos los amigos.
Sigo mirando el insta cuando me llega un mensaje del grupo.
-Rud ¿Dónde estás? ¿No que venias ya? Vamos a pedir.
¿Cómo que no está en el parque? Vuelvo a llamarlo y esta vez si que contesta.
-¿Amor? ¿Qué tal todo por ahí?- Me pregunta nada más escuchar el primer tono.
-Aburrido. Me han dicho lo del partido, lo siento.
-Ya, pero está todo bien, tendremos más partidos, además me lo he pasado muy bien jugando.
-Veo que lo estas llevando muy bien, me alegro de que trabajes tu mal perder.
Empezamos a salir porque había mucha tensión competitiva entre nosotros, básicamente no nos soportábamos cuando jugábamos juntos a deportes y competiciones, creo que esa tensión fue evolucionando y pasé de verlo como un imbécil competitivo a un atractivo imbécil competitivo. Al final he descubierto que se le puede hablar de cualquier cosa. Todos vamos a él cuando tenemos un dilema.
- Estoy orgullosa de ti. ¿Qué haces?
-No, nada.- Algo tendrá que estar haciendo.
-¿No has salido con estos al kebab?
-No, sí, estoy yendo.- Se ha creado un silencio incómodo y escucho a través del altavoz los coches pasar.
-Bueno. Pues pasároslo bien, ya me contarás lo que te pasa. Te quiero.
-Yo a ti, nos vemos. - Se despide.
Ha sido una llamada rara. Obviamente se que no me ha dicho algo importante, no soy tonta, pero esperaré a que me lo diga en persona.
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No he sido yo
Подростковая литератураTodos los sábados después de baloncesto el equipo queda a cenar y acude más gente. Este sábado todo sigue igual, solo que Rud desaparece después del partido y llega tarde a la cena. Nadie lo ve fuera de lo normal, pero hay toda una historia detrás.