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Riki se encontraba tranquilamente sentado en la cama, leyendo un libro, sobre poemas, poemas de la pija. Leia tranquilamente en su habitación, sus delgadas y velludas piernas estaban cubiertas por la fina y pintoresca sabana, respiraba tranquilamente mientras se acomodaba los lentes, pasaba la hoja y movÃa los rulos que caÃan juguetonamente sobre su frente.
No le encontraba el sentido a los poemas, mas eso lo enganchaba, encontrar constantemente la figura retórica de paradoja lo hechizaba tal como una bruja dándole la manzana a Blancanieves, leÃa y reia tranquilamente por los poemas sin sentido que dentro de si, se encontraba su sentido.
Por otra parte, Tavella se dio cuenta que no tenÃa nada más que hacer que ir a joder a su mejor amigo, Ricardo.
Para el, era fascinante verlo en aquella habitación del departamento en el que habitaban, más aún agarrarlo de imprevisto mientras hacÃa alguna extrañez.
Por ello, decidió abrir de golpe aquella puerta de madera para toparse con la imagen de Riki leyendo un libro. La imagen le dio un cosquilleo en el pene, no esperaba encontrarse asà a su amigo, tan vulnerable y solitario. Decidió interrumpirlo con un leve carraspeo seguido de unas cortas palabras
De repente, Riki, de un momento a otro escuchó un estruendo que lo hizo saltar en su sitio, del susto sus lentes se torcieron y los acomodó rápidamente, levantó la cabeza y enfocó la vista, para buscar el causante de tal alboroto.
No era mas ni nada mas que su compañero de piso y amigo, Santiago. Se veia que venia con ganas de joder y esto era asà desde siempre, podrÃa apreciar a Santiago pero debÃa ser sincero, es una persona muy molesta que a veces le hace cosas extrañas como refregarse de broma, se fastidió, hasta un poco más con la interrogante que le planteó después de azotar la puerta como un animal, interrumpiendo su silencio y su lectura tan importante, molesto volvió a tratar de leer.
-Che, que haces?-
-Queti.
-Bo, porque tan grosero?
-Porque me da la gana, imbécil.
Se acerco a él mientras le brindaba una expresión ladina y posiciono su mano sobre la pequeña cintura de su amigo cubierta por aquella fina manta.
Ese dÃa tenia un objetivo claro, cojerse a su amigo.
Aunque para Santi, sea una idea muy arriesgada, sabÃa que la oportunidad valdrÃa la pena.
Con aquellos pensamientos, procedió a arrebatarle el libro de sus manos e intentar echarle un vistazo.
Riki sintió como Santiago posó su mano en su cintura y se quedo observándolo. ¿Que esta tramando? Dejó de ver el libro para observar la expresión del contrario, una sonrisa malvada, de esa que haces cuando sabes que estas a punto de hacer una travesura, se incomodó un poco por la cercanÃa y la expresión de este mas trató de no prestarle atención.
De repente, Tavella le arrancó de sus manos el libro para proceder a leerlo, esto lo sacó de onda y casi al instante se enojo por tal acto tan brusco y desacatado.
-Santiago que te pasa?! ¡Devuélveme mi libro!
- No seas exagerado.
Tomó el libro mucho más alto para que no esté al alcance del contrario, soltando unas carcajadas ante los intentos del más bajo al alcanzar su libro.
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Tan patético y Bello - Riki x Tavella (+18)
FanfictionEl dia de Riki se habia planificado de tal forma que se resumiría en, despertar, bañarse, leer y y dormir. Sin embargo Tavella era enemigo de la planificación y decidió cambiar un poco el día de su compañero de piso. ADVERTENCIAS: Violencia, sexo no...