Capítulo I: Llegada al Nuevo Mundo

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—¡Por fin lo logramos!

一¡Héroes, les rogamos! ¡Por favor salven nuestro mundo!

—¡¿Qué?!

Escuché la voz de tres chicos a mi izquierda. A juzgar por sus apariencias, el mayor debería rondar los 20, y el menor, rondando los 18. Los tres tenían un arma cada uno: un arco, una espada y una lanza... Siento un ligero peso en mi brazo, por lo que bajo la mirada, y me encuentro con un escudo pegado a él.

—Por favor, héroes, ustedes deben salvar nuestro mundo

—¿Qué es lo que quiere decir con eso, señor? —Pregunta el chico del arco.

—Hay una muy larga historia detrás de esto, leyendas de antaño que prevalecen en nuestros días. Pero en resúmen, hemos logrado la invocación exitosa de los 4 Héroes Cardinales mediante el uso de un antiguo ritual.

—Los hemos invocado porque nuestro mundo está en grave peligro —El hombre misterioso se puso de rodillas—. Por favor, pedimos que nos presten su fuerza para combatir el mal que nos acecha.

—Me niego —Dice el chico de la lanza, uniéndose el del arco.

—¿Aún nos pueden devolver a nuestro mundo? —Pregunta el chico de la lanza, quien hasta ahora había callado. Sin embargo, he de admitir que esta cuestión era de mi interés. Tengo muchas cosas más importantes que hacer.

—¿No sienten culpa alguna de habernos traído aquí sin antes preguntar? ¿O es que acaso no les importa? —Estos chicos parecen bastante negativos con esta situación, pero ¿quién puede culparlos? Yo tampoco estoy emocionado con esta idea, pero debo mantener un perfil bajo por el momento, al menos hasta encontrar respuestas concretas.

—¿Al menos pensaron en alguna manera de recompenzarnos? Digo, a fin de cuentas estaremos quién sabe cuánto tiempo aquí, así que una jugosa recompensa nos podría... Incentivar a hacer nuestro trabajo —Finalizó el chico de la lanza, esperando la respuesta de nuestros... conjuradores.

—Si eso desean, por favor, acompáñennos y tengan una audiencia con el soberano de estas tierras, el Rey de Melromarc. Con él podrán negociar la recompensa —Cuando terminó de hablar, los chicos parecieron resignados, y decidieron acompañarlo.

...

—¿Vieron eso? Realmente estamos en otro mundo...

Mientras los tres conversaban, miré por unos barrotes el exterior. A juzgar por los exteriores e interiores, y las túnicas de los invocadores, puedo decir como primera impresión que este lugar es parecido a una Europa medieval, o quizá un poco después.

—Oye, ¿qué te pasa? ¿Vas a quedarte ahí? —El chico del arco me llamó casi divertido, al parecer, estuve más tiempo del que esperaba viendo el exterior.

—No nos hagas perder el tiempo —El chico de la espada siguió con el camino, seguido del resto. Yo también fui sin dar palabra alguna.

...

—Entonces... Ustedes son los Cuatro Héroes de la Leyenda... Mi nombre es Aultcray Melromarc XXXII, y soy quien gobierna estas tierras. Por favor, héroes, preséntense...

—Soy Ren Amaki. 16 años, estudiante de preparatoria.

—Yo soy Motoyasu Kitamura, un universitario de 21 años —Se presentó mientras echaba su cabello hacia atrás...

—Entonces sigo yo. Mi nombre es Itsuki Kawasumi, 17 años.

Sigo yo... Me pregunto si dar mi nombre real sería una buena decisión. No puedo descartar que este mundo sea producto de algún Stand del que no esté enterado. Y aunque he visto todo tipo de cosas extrañas, no he sabido de la existencia de Stands que creen mundos propios, transporten a otros, o induzcan alucinaciones o sueños lúcidos de ningún tipo... No obstante, parece que no es necesario que me presente.

Jotaro Héroe del EscudoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora