Gemelos Kim [Chanmin/Changmin]

XII

De acuerdo, Seungmin estaba insatisfecho, aquel cuaderno solo decía la historia de la Reyna, pero solo de ella, no había nada de su embarazo.

―¿En serio no dice nada más? ―dijo frustrado, porque su rostro aún seguía un poco rojo.

―No, solo eso ―pasó las páginas, viendo como la mayoría seguían vacías. Eso le fue demasiado extraño, los antiguos reyes y reynas tenían por lo menos un cuaderno completo ―Es bastante extraño ―llegó casi hasta el final, viendo como la costura del cuaderno estaba mal hecha.

―¿Por qué sería extraño?

―Porque... ―encontró una pequeño pedazo de tela colada al reverso de una hoja, la saco de ahí, viendo que tenía un dibujo.

Estaba muy manchada de tinta, pero se podía ver un poco el dibujo, dos personas con una gran mancha de tinta.

―Hay un dibujo en esta tela, ¿por qué está en el cuaderno?

Seungmin salió de su escondite improvisado con la almohada, debía ver aquel dibujo.

―Muestra ―se levantó rápido para quitarle la tela ―haber veo dos personas y una gran mancha, parece un dibujo de un niño ―vió detalladamente, recordándole algunos dibujos de todos los niños del pueblo ―a considerar el tamaño de las piernas son dos adultos y... ―vió los detalles de la vestimenta ―son un hombre y una mujer.

Chan lo vió sorprendido, como podía sacar conclusiones con solo un dibujo, casi mal hecho.

―A demás, esto... ―señaló la mancha de tinta ―solo está en el lado de la mujer, si saco conclusiones antes y lo hago, esto es sangre, porque si la tinta fuera derramada la mancha sería desde la esquina, no solo dónde el dibujo de la mujer.

Chan pidió la tela, debía ver la tela con todo lo que Seungmin le dijo. Cuando obtuvo el dibujo sus ojos solo le mostraban aquel escenario, un hombre con una espada en mano y la mujer tirada en el suelo con una grave herida.

―Teniendo en cuenta tu opinión, pues... También veo lo mismo ―volvió la mirada a la tela, creando una duda en su mente ―¿Pero por qué está en el cuaderno? Digo, es claramente un dibujo de un niño, pero este cuaderno fue escrito por el Rey.

Dejó la tela para mirar de nuevo el cuaderno, esta vez con más lujo de detalle.

―Seungmin mira esto ―entregó el cuaderno, mostrando la mala costura del mismo, lo que nunca en cualquier manuscrito de un Rey debe pasar.

―Está horrible la costura, ¿Eso qué? ―sin interés dejó el cuaderno.

―Los cuadernos que son hechos para la historia de los Reyes son hechos con mucho cuidado y detalle, ningún hilo puede verse ―mostró de nuevo el cuaderno ―este libro fue hecho a la rápida, por alguien que es bastante inexperto.

―¿Quién puede ser tan inútil como para no saber usar hilo y aguja? ―bufó, todos aunque sea una vez en sus vidas tenían que usar la aguja.

―El Rey y el príncipe, son los únicos que nunca hacen labores domésticas.

―Me estás diciendo que el padre de Jungmin...

―Sí, el Rey oculta algo ―tomó la tela y la escondió dentro de su ropa ―debemos ser cuidadosos.

Bueno, por primera vez Seungmin estaba de acuerdo con Chan.

―Vamos a ponerlo a su lugar ―Seungmin asintió, sin quejarse ni nada.

Volvieron al almacén, dejando el cuaderno en su lugar, mientras que Chan veía el alrededor por mera curiosidad, Seungmin revisó las pertenencias de la Reyna, la ropa, joyas e incluso algunos escritos y dibujos.

―Entonces soy un príncipe también... ―volteó a ver a Chan, quería burlarse de él ―así que arrodíllate ante mí Chan.

Chan volteó a mirarlo, con algo de burla en sus ojos.

―¿Quieres que vuelva hacer lo mismo de antes? ―caminó hacia Seungmin, haciendo una reverencia para luego arrodillarse, el corazón de Seungmin estaba latiendo como loco ―Querido príncipe... ¿qué quiere de mí?

Seungmin sintió sus mejillas rojas, de nuevo, odiaba aquella emoción, las mariposas volando en su estómago.

―Y-yo... Revisa esto ―entregó unas ropas de la Reyna, alejándose de Chan lo más rápido posible. Debía controlar sus emociones antes de que todo se salga de control.

Chan dejó que Seungmin se alejé, sabía que si lo avergonzaba más conseguiría un ligero (no muy ligero) golpe en el pecho.

Miraba las ropas, cada una tenía una costura demasiado precisa, con cada puntada en su lugar, todas las ropas eran muy hermosas.

Hasta que vió como las ropas de embarazo no estaban, según lo que su madre le contaba la Reyna tenía hermosas ropas de embarazo.

Ahora no había nada, absolutamente nada.

―En este lugar hay demasiadas cosas ―dijo Seungmin, después de quedarse un rato sin hablar ―¿por qué el Rey tendría una máscara?

Le mostró la máscara a Chan, junto a una ropa negra, tal cual como él usaba para robar.

―También hay algo extraño ―sacó de una caja un artefacto que no sabía cómo usar ―esta cosa.

Chan tomó entre sus manos el artefacto, sin saber dónde se usaba esa cosa, ni siquiera como se llamaba.

―¿Por qué el Rey tendría estas cosas? ―miró las dos cosas, la máscara y la ropa, no había mucha lógica en esto, el Rey no tendría porque tener estas cosas a menos que...

―Es mejor investigar con cautela ―dijo Chan, dejando las cosas en su lugar, pero no miró que Seungmin guardó esa cosa en su ropa.

Salieron del almacén, con muchas dudas en sus mentes, no sabían por dónde empezar a investigar, pero debían sacar toda esa maraña de mentiras que durante tanto tiempo fue oculta.

Las promesas falsas serían descubiertas, toda la mentira se caería.

El encuentro de los gemelos haría que toda la vida planeada del príncipe se vaya colina abajo, y todas las frases planeadas del Rey no tendrían valor.

Ahora más que nada debían sacar a la luz la verdad, porque Seungmin quería desenmascarar al Rey, lo abandonó a su suerte, siendo a penas un bebé sin poder defenderse.

Seungmin quería sacar toda la verdad a la luz, se lo debían.

1/02/24