Capitulo 1.

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Es sábado, está lloviendo, cualquier chica normal diría que es el momento perfecto para quedarse en casa, escuchar música, ver cómo llueve, leer un libro o dormir un poco. Quizás ver la tele, dibujar, hacer cualquier cosa por tal de no aburrirse ya que no puede salir por el mal tiempo. Pero no yo. No soy ese tipo de chica, no soy alguien normal ¿está lloviendo? Mejor. Así me doy un buen baño bajo el aguacero, no me importa enfermarme. Ya he pasado por cosas peores y una llovizna no me hará daño. Después de todo…vivo sola. Yo se cuidarme sola, hago todo sola, nunca he necesitado la ayuda de nadie, nunca fui dependiente de nadie. Mi corazón se volvió de piedra. ¿Mi memoria? Pues que puedo decir. Cada vez veo más borrosos esos recuerdos que dejé en el olvido, que según mis padres, perdí en un accidente, fui chocada por un auto en pleno día de verano. Todo para mí estaba bien, yo estaba bien. Hasta el día en que mi otra yo decidió visitarme…

Sábado 28 de agosto 9:36am.

Estaba preparandome unos huevos revueltos y un vaso de leche cuando escuché que tocaban la puerta.

¿Quien me iba a visitar a estás horas si yo ya no tenía familia a quien acudir?

La suerte me dió un bofetón bien fuerte al abrir la puerta.

-¡Hey no puedo creerlo, como has cambiado y eso que solo han pasado tres años! -gritó la desconocida mientras me daba el peor de los abrazos, me dejó sin aire.

Cuando se quitó las gafas me dí cuenta de quién era.

Meilyn.

Cualquier par de hermanas gemelas tendrían nombres normales que fueran lo más parecido posible. Pero no, mi madre tenía que ponerme un nombre inexistente y a mí hermana uno japonés.

Dark y Meilyn.

Eso no pega.

-¿Que estás haciendo aquí?

-Pues venir a verte, eres mi hermana después de todo ¿no? Además me voy a incorporar en el instituto donde estudias ¡¿No es genial?! -gritó con entusiasmo -por cierto, ¿que estás cocinando? Huele de maravilla.

Ay.

Los huevos.

Se me habían olvidado.

Corrí lo más rápido que pude a apagar el fuego antes de que tuviera que comer huevos tostados con leche.

-¡Oh son huevos revueltos! Que bueno porque no comí nada en todo el vuelo.

Genial. Aparte de compartir apartamento con ella ahora tenía que cocinar para dos.

Que buen final de vacaciones.

-Prepárate los tuyos estos son míos.

-Vale, estos años te han puesto más terca de lo que eres -dijo cruzándose de brazos.

-Prepara tu desayuno y cállate.

Hubiera querido que el vuelo se cancelara por mal tiempo.

•••


Como habrás leído mi nombre es Dark, significa oscuridad y el de mi hermana Meilyn significa día soleado. Supongamos que ella es Sol y yo soy Luna. O que ella es luz y yo sombra.

Siempre distintas. No importa que nuestros rostros sean los mismos siempre va haber algo que nos diferencie, algo que solo una pueda tener.

Seguramente pensarás:

¿Y por qué tu nombre es Dark?

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