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063. Renesmee.

Todos hemos experimentado alguna vez esa sensación que nos viene ocasionalmente de que lo que estamos diciendo o haciendo ya lo hemos dicho o hecho antes, en algún momento muy remoto, o de que hace mucho tiempo ya estuvimos rodeados por los mismos...

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Todos hemos experimentado alguna vez esa sensación que nos viene ocasionalmente de que lo que estamos diciendo o haciendo ya lo hemos dicho o hecho antes, en algún momento muy remoto, o de que hace mucho tiempo ya estuvimos rodeados por los mismos rostros, objetos y circunstancias, y sabemos perfectamente lo que se va a decir a continuación, como si de pronto lo recordásemos.

Charles Dickens.


Al abrir los ojos aquella mañana, Charlotte no sólo se encontró con aquella preciosa vista hacia el bosque que se apreciaba desde su ventana; También se encontró con unos brazos fuertes y de piel morena que se aferraban a su cuerpo, una cabellera castaña justo sobre su pecho y una espalda desnuda que subía y bajaba al compás de una respiración tranquila.

No tardó ni un segundo en recordar que Seth le había rogado aquello, pues aseguraba que no podía dormir sin ella. Tras algunos chantajes y cariños al fin aceptó, por lo cual el muchacho se coló por su ventana en la madrugada.

Casi por instinto comenzó a acariciar su cabello con delicadeza, acomodándose mejor para quitar los mechones que caían sobre la frente del muchacho y admirar su rostro unos segundos.
Notó entonces que su cabello había crecido un poco, al igual que la musculatura de sus brazos. Con un poco de vergüenza se atrevió a acariciarle la espalda, riendo al notar que su piel se erizaba y el puchero de sus labios cambiaba a una sonrisa.

De la nada, rompiendo su burbuja de ensoñación, comenzaron a tocar la puerta de su habitación.

—Cariño, es hora de despertar. —el jefe Swan tenía aquella mañana libre y quería aprovecharlo para desayunar con sus chicas y seguir celebrando que poco a poco se convertían en una familia.

Amanda salió de su habitación de prisa y se interpuso entre la puerta de Charlotte y su padre antes de que éste entrara.

—Seth, despierta. —la rubia luchaba para zafarse de los brazos del chico. —Seth, papá va a matarte.

Le Soleil Et La Lune《 Seth Clearwater》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora