LO QUE LE FALTA AL REY (Arturo x Encantador)

CONTRA LA TORMENTA O LUCHANDO ANTE EL CALOR

Lancelot miraba a Cenicienta frente a él, parecía ansiosa mientras miraba a todos lados, dando constantes sorbos a su te mientras intentaba mantener el dedo meñique levantado como señal de clase

— Gracias por venir, Cenicienta — Lancelot se sentó frente a ella y se empezó a preparar un té —me gustaría solicitar tu ayuda para encontrar a alguien —

— No entiendo como puedo serte útil — Cenicienta se empezó a reír nerviosamente — Nunca salgo, tampoco es como que conozca mucha gente —

— Busco a la dama del lago, dicen que se mudo de lugar —

— No entiendo como podría saber yo dónde vive — dijo con una radiante sonrisa — si es alguien que nunca he visto y que para variar se mudo —

— Dicen que solo las aves saben a dónde se mudo, por eso necesito tu ayuda —

— Blanquita es la que se especializa en hablar con las aves, yo hablo con los ratones — respondió mientras asentía con la cabeza — ¿Ya hablaste con ella? —

— Blancanieves me dijo que ella solo ordena a las aves, que mantener una conversación es algo muy tuyo — Replicó Lancelot perdiendo la paciencia — Por favor Cenicienta, realmente necesito saber dónde vive la dama del lago ahora —

— Ehhh, mmm — Cenicienta titubeaba mientras se retorcía los dedos — pero una información tan específica solo te la pueden dar aves específicas, pero si quieres lo intentaré —

— Excelente — Respondió mientras se incorporaba emocionado y salía de la habitación — pediré a los guardias que capturen la mayor cantidad posible de aves para que hables con ellas —

— Eh, no espera, no puedes .....

Cenicienta se levantó detrás de él en un  intento  de detenerlo mientras salía, pero Lancelot no la escucho, dejándola sola en el salón con los nervios de punta

— Eres una tonta Cenicienta — le gritó su reflejo en el espejo del  salón — ¿Ves lo que hiciste? —

— Yo, yo no quería — sollozo

— Cállate Cenicienta y arreglalo — le gritó su reflejo con molestia — solo empeoraste las cosas, si Lancelot va detrás de Arturo, no sabes lo que le va a hacer, ¿Estás segura de que quieres ver a Lancelot gobernar?, Es un mocoso arrogante —

Cenicienta titubeó y empezó a morderse las uñas mientras miraba a Lancelot caminar rápidamente por el jardín mientras reunía a los guardias

— Creo que es mejor que sepa — titubeó — puede ponerse violento si todos nos negamos a lo que quiere, además, Arty parece un buen muchacho —

— Que Arturo sea buen muchacho no lo hace capaz de pelear, ¿No viste como Lancelot casi lo mata? —

— Si, casi lo mata — aseguro nerviosamente — pero Encantador lo salvó y se lo llevó lejos, seguro Lancelot cree que están con la dama del lago —

— Nadie sabe dónde están realmente, si no están ahí, solo será una perdida de tiempo para él —

— Entonces es una buena idea — Replicó feliz — Si le digo dónde está, va a perder tiempo en el viaje, así Arty puede hacer algo —

Cenicienta se sintió feliz y menos culpable por haber hablado, entonces volvió a sentarse para terminar su taza de té

Encantador caminaba a paso rápido al frente de forma inconsciente, no quería dejar atras a Arturo, pero tampoco lo quería cerca, se sentía confundido y perdido ante la verdad inminente que se mostraba ante sus ojos

Especialmente se sentía estúpido por no haberse dado cuenta de todo y haberse dejado llevar por los impulsos de un niño lleno de hormonas

Cuando llegaron a un claro amplio Encantador finalmente se detuvo

— Nos detendremos aquí, este será nuestro punto de reunión — hablo Encantador secamente — Busca tu mismo tu comida y tu refugio, nos vemos al amanecer, si no llegas a tiempo, me adelantaré —

Después de eso se adentro en el bosque, Arturo solo se quedó parado mirando como Encantador se alejaba de el sin saber que hacer, el hambre y el frío eran nada comparado al miedo que sentía de ver la indiferencia de Encantador

Arturo sentía que estaba a punto de llorar, quería correr detrás de él, arrodillarse y pedirle perdón, quería darle la corona, el reino, su vida, ofrecerse como esclavo de ser necesario, todo para que Encantador volviera a mirarlo, todo por volver a ver su reflejo en sus intensos ojos azules

El cielo se oscureció mientras Arturo permanecía inmóvil dónde se había separado de Encantador, después empezó a buscar refugio, si se metía en problemas por la noche, Encantador no lo ayudaría

La idea de Encantador corriendo a salvarlo era como una dulce ilusión, quería verlo preocupado por el, pero también no quería verlo preocupado, su mente estaba en un contante dilema sobre si Encantador lo ayudaría o no, quizá verlo reaccionar con indiferencia terminaría por destrozarlo, por eso decidió buscar un refugio

En su cabeza las enseñanzas de Encantador y sus constantes consejos resonaron, la importancia de tener siempre algo con que defenderse de ser necesario hizo que buscara entre los árboles una vara gruesa que pudiera balancear

El recordar que debía estar atento a todo lo hizo caminar despacio, para ser consciente del ruido que lo rodeaba, mientras miraba a los lados vio una pequeña entrada, parecía una madriguera hecha por lobos, se acercó rezando por que estuviera vacía

Arturo se metió a gatas con la vara por delante en caso de necesitar defenderse, cuando llegó a lo que parecía el fondo respiro aliviado, estaba completamente vacía, los desechos estaban secos, lo que agradecía enormemente, sin Encantador que le diera calor solo se acurruco en el suelo, mientras miraba el pequeño rayo de luz que se colaba por la entrada empezó a pensar en su problemas

Se odiaba a si mismo por haber engañado a Encantador, el haber visto la oportunidad y tomarla aunque en su momento fue el camino recto a la felicidad ahora le pesaba

Se lamentaba profundamente no haber hecho las cosas con calma y no ser honesto después, cada noche que pasaba con Encantador en sus brazos pensaba en decirle que lo amaba y que quería quedarse con el, ahora que Encantador sabía todo sobre lo que los ataba, ya no podría hacerlo, Encantador no le creería nunca más

Sumido en sus pensamientos empezó a pensar en lo mucho que necesitaba a Encantador a su lado, no para que lo protegiera como siempre, si no porque deseaba tenerlo entre sus brazos, durmiendo sobre su pecho, deseaba sentir que Encantador era suyo y que nunca lo dejaria

Su mente empezó a divagar, en lo más oscuro de su conciencia una voz susurraba que estaba solo porque lo merecía, no porque no lo quisieran, era una criatura sucia y viciosa que merecía el rechazo del mundo

Completamente abatido, su mente tuvo una siniestra epifanía, si moría allí, no sería un estorbo ni una carga para nadie más, si no llegaba a tiempo a la cita, Encantador se iría sin el y probablemente no regresaría a buscarlo y nadie lo encontraría  en ese hoyo

Con una oscura determinación rompió la vara y empezó a tallar la punta en una de las paredes para afilarla, planeaba acabar con su vida y con todo el daño que causaba

Mientras se entregaba de lleno a la tarea, escucho ruido, pudo ver una luz al fondo de la madriguera y un niño pequeño corriendo con ella, Arturo confundido, decidió seguir al niño que seguramente estaba perdido