Efímero

09.

Pablo Gavi

Despertó escuchando los quejidos a su lado, se despertó asustado y desorientado buscando el cuerpo al lado suyo.

Volteo aún adormilado y vio a Pedro dormido pero inquieto, abrió bien los ojos y tomó su móvil para prender la lámpara, algo asustado.

—Pepi ¿estás bien?— pregunto apartando el flash de su cara para no asustarlo, pero no funciono lo
siguiente que escuchó fue un sollozo proveniente del canario.

—¡Pedro despiértate!— lo sacudió desesperado.

El canario abrió los ojos y cuando lo vio se abrazó a él y a su cintura escondiendo su cabeza en su cuello.

—¿estás bien?— pregunto el sevillano asustado.

—no, no lo sé, he tenido una pesadilla— explicó aún aferrado al sevillano sin querer soltarlo.

—¿quieres que nos quedemos despiertos?— Pedri negó.

—yo intentaré dormir, tu descansa Pablo— Pablo se aferró aún más a él apretándolo contra el y besó su cabeza.

—me despiertas cualquier cosa ¿vale?—escucho decir a Pedri un "mjm" y lo volvió a abrazar.

Sintió a Pedri más relajado en su pecho y con la tranquilidad de que dormía, también se cobijó y volvió a besar su mejilla y se quedó dormido.

Despertó antes que Pedri, siempre raro en ambos, supuso que estaba cansado así que se metió a duchar para poder acostarse un ratito más con el.

Se apresuró y se puso guapo, se recostó al lado de el canario y al verlo tan relajado solo quiso besarlo.

Se puso a su altura y comenzó por su frente, luego sus mejillas, para luego besar su nariz y siguió con su mentón y comisuras de los labios, para finalizar en su mandíbula.

—buenos días guapo— le saludo Pablo y Pedri sonrió el sevillano se acercó a besar sus labios en un suave pico.

—buenos días— saludo adormilado pero con una sonrisa en su rostro.

—que guapo has amanecido hoy eh— Pedri se abrazo a el sonrojado y escondiendo su rostro rojo en el pecho del sevillano.

—¿ya ha sonado la alarma?— el sevillano negó.

—va a sonar como en 20 minutos, ve y dúchate y después nos acostamos lo que sobre del tiempo ¿si?— el canario asintio y se fue a duchar.

En cuanto salió ya vestido Pablo lo recibió con los brazos abiertos y en cuanto sus ojos se encontraron el canario lo besó, pasó sus dedos por la piel descubierta del sevillano y con ganas de más coló sus manos por debajo de la playera de Pablo.

Ambos dejándose llevar por el momento, los labios encontrándose después de las pausas para tomar el aire, la mente de Pablo le pidió preguntarle algo al canario, algo que llevaba rondándole la cabeza más de lo que debería.

No quería terminarlo porque lo estaba disfrutando mucho pero su aún poca cordura le empujó un poco con suavidad.

—¿que somos?— soltó de la nada.

—pues, nos besamos, nos abrazamos, dormimos juntos y abrazados así que creo que la palabra que mejor te cataloga es mi novio— el sevillano sonrió contento.

—¿entonces somos novios?— pregunto Pablo aun sin creérselo.

—pues si guapo, claro que somos novios— el canario el dio un piquito. —lo siento por no habértelo pedido en condiciones y a lo grande pero estamos en Qatar y bueno es más difícil— explicó apenado el canario.

—no pasa nada, solo quería asegurarme— el canario asintió y se siguieron besando un ratito más.

Aunque no pasaban de besos y roces "inocentes" siempre tenían ganas de más, ambos se buscaban constantemente y siempre esperando otra cosa del contrario.

Tuvieron que bajar por el mensaje de Balde indicándoles que ya tenían que estar ahí para el desayuno.

Caminaron por las instalaciones bobeando y coqueteando como siempre, desayunaron entre risas y chistes bobos y sus manos entrelazadas por debajo de la mesa.

El entrenamiento de ese día fue intenso, dejándolos a todos agotados y con ganas de echarse una siestita.

Llegaron a su habitan uno y se tumbaron abrazándose el uno al otro, tocaron sus puertas y eran los chicos del staff con sus refrigerios, eran las 12:30 y su comida era hasta las 2:30.

Era algo ligero como siempre, una fruta o un yogurt, cuando terminaron ahora si tomaron su siesta.

—ya despiértate— esta vez fue Pedri quien lo despertó con un piquito en los labios.

—todavía falta— faltaban 10 minutos para las 2:30.

—si pero en lo que bajamos— lo animo Pedri.

—valeee— Pablo se levantó y jalo a Pedri hacia el atrayéndolo hacia el para abrazar su cintura y besar su cuello.

Descendió sus besos por su cuello y hombro descubierto por la sudadera mal acomodada del canario.

Volvió a subir hasta su mentó en el que se tomó su tiempo y lo besó con calma, el canario solo suspiraba, enredo sus dedos en el cabello del ojimiel y tiro de él con suavidad, demasiado abrumado por el placer que le hacía sentir.

El sevillano sonrió satisfecho, subió hasta sus labios y lo besó con brusquedad empujándolo contra la pared y sosteniendo su cuello donde anteriormente había dejado varios besos.

Ambos luchando por ver quien dominaba en el beso, ninguno queriendo ceder hasta que Pablo aflojó el agarre en el cuello del canario y cambiaron de posiciones.

La espalda del sevillano recargada en la pared y la mano de Pedri en su cuello y la otra aferrada a su cintura.

Ambos demasiados metidos en su nube, ninguno se quería separar, querían más y lo sabían.

—¡chicos faltan 3 minutos ya!— les grito Jordi Alba desde afuera.

—me cago en todo— maldijo Pedri molesto por haber interrumpido su sesión.

—vamos ya— Pedro rodó los ojos molesto y fue arrastrado por Pablo hasta el comedor.

Cenaron lo habitual, siempre lo del régimen y platicaron un ratito sobre el partido que tendrían pronto, algunos nerviosos otros emocionados.

Se despidieron y algunos fueron a dormir, otros fueron a la sala de juegos el tiempo que Luis Enrique les había permitido.

Ellos acompañaron a sus amigos un ratito, jugando futbolito y al pong pong, también vieron un partido y lo comentaron.

—que calor hace— se quejó Pablo.

—¿verdad que si?— Pedri se quitó la camisa y palmeó el lugar junto al suyo.

Pablo lo imitó y ya listos para acostarse se abrazaron buscando el calor del cuerpo ajeno, el sevillano con todo el tiempo del mundo recorrió el pecho del canario, lo había visto antes pero nunca se había tomado el tiempo de admirarlo.

Pedri suspiraba contento y relajado ante el tacto del menor y ya ambos muy cansados se quedaron profundamente dormidos.

Notita de la autora: les juro q ir no habi tenido tiempo de NADA lo lamento enserio bebes les ha gustado?