—Gülfem entró en los aposentos con una reverencia elegante y la voz serena— Príncipe Osmán, ¿me mandó llamar?.
—Osmán sonrió al reconocer su voz, inclinando levemente la cabeza en su dirección— Gülfem, me alegra que hayas venido. Vanessa, dile dónde puede sentarse.
—Por supuesto, mi príncipe. —Vanessa se acercó a Gülfem con una sonrisa amable— Señorita Gülfem, puede sentarse aquí, junto al príncipe.
Gülfem se acomodó con gracia, observando la postura relajada de Osmán.
—¿Cómo ha estado, Gülfem? —preguntó él, apoyando la mano sobre su bastón de madera pulida.
—Estoy bien, mi príncipe, gracias por preguntar —respondió con suavidad. En ese momento, Olivia se acercó con una copa de agua y la ofreció con una leve inclinación— Muchas gracias, Olivia —Bebió un sorbo antes de continuar— Escuché que fue a la ciudad.
—Osmán asintió ligeramente— Sí, fui a buscar un collar. Un obsequio para Daye.
—Gülfem sonrió con ternura— Lo vi en su cuello está mañana. Imaginé que había sido un regalo suyo.
—Así es —Osmán esbozó una ligera sonrisa antes de hacer un gesto con la mano— Hablando de obsequios, tengo algo para ti, querida amiga.
—Gülfem parpadeó con sorpresa— Mi príncipe, no es necesario que me haga un regalo…
—Yo hago regalos a quienes aprecio de verdad —Su sonrisa se suavizó— Olivia dale el regalo a la señorita Gülfem.
Olivia trajo un pequeño cofre tallado y se lo entregó a Gülfem. Ella lo tomó con delicadeza y, al abrirlo, sus ojos se iluminaron al ver un hermoso broche en forma de tulipán rosa.
—Es… precioso —Lo sostuvo entre sus dedos, admirando cada detalle— Se lo agradezco de corazón, mi príncipe.
—Eres parte de esta dinastía, Gülfem —Osmán inclinó la cabeza con respeto— Y un tulipán es el símbolo del imperio… Es justo que lleves uno.
Gülfem sintió un calor en el pecho ante aquellas palabras. Sabía lo que implicaban: Osmán la consideraba una aliada, una confidente… una verdadera amiga.
—Es un honor para mí.
—Otro día podremos hablar con más calma. Ahora tengo algo que hacer.
—Por supuesto, mi príncipe —Gülfem guardó el broche con sumo cuidado y se puso de pie— Que tenga una linda tarde.
—Espero que tú también, Gülfem.
—Osmán escuchó sus pasos alejarse, luego se puso de pie con la ayuda de su bastón— Bien, demos un paseo por el castillo hasta que caiga la noche.
—A sus órdenes, príncipe —respondieron Vanessa y Olivia al unísono, colocándose a su lado para acompañarlo.
Unos minutos después
Mientras Osmán caminaba por los pasillos, el eco de sus pasos se mezclaba con el murmullo lejano del palacio. En otro sector, Mahidevran observaba con interés a la nueva concubina, Alexandra la rosa. Quería conocerla, analizar a la joven que ahora compartía el lecho del sultán.
Pero a Alexandra no le importaba la mirada de Mahidevran. No le interesaban los celos ni las intrigas del harén. Solo tenía una meta en mente: ganarse el corazón del sultán y asegurarse de que él solo tuviera ojos para ella.
Osmán continuó su paseo por los pasillos, hasta que, de repente, sintió una presencia nueva cerca de él. Aunque no podía verla, la percibió con claridad.

ESTÁS LEYENDO
El sonido de tu voz
FanfictionEl príncipe Osmán, conocido como "el príncipe ciego", es una de las figuras más enigmáticas de la historia otomana. Poco se sabe sobre su vida, y su nombre solo comenzó a resonar cuando su hermano Suleimán ascendió al trono. Se decía que Osmán era u...