Querida Campanellina,
Lamento tanto que estés resfriada. Por favor, cuídate mucho. Toma mucho líquido, poción pimientónica y guarda cama. El clima está muy frío y no vale la pena que salgas así para nada. En estas circunstancias, apuesta por las compras a domicilio.
Si hay algo que pueda hacer, por favor, házmelo saber. Estoy seguro de que algo se me ocurrirá para ayudarte.
En cuanto a tu enemigo de guerra, es excelente lo que me cuentas. Reconocer que perdiste la batalla es duro, hacerlo frente al enemigo con la barbilla en alto mucho más, y estoy seguro de que ese tipo que fue tu oponente debe ser un miserable y un idiota. Si fuera listo, hubiera intentado volverse tu aliado, no enfrentarse a alguien tan valioso como tú.
Esto orgulloso de ti, pero necesito que por favor, te recuperes pronto y descansases.
Un abrazo de tu amigo,
Smok
Hermione leyó la misiva y mostró una sonrisa acuosa. Su nariz moqueaba intensamente, estaba roja y congestionada, tenía fiebre y se sentía muy cansada.
Siguió el consejo de Smok y encargó por lechuza algo de frutas, té, pan, jamón, leche y café. No creía que pudiera comer algo más, y por ahora, solo quería dormir, así que se recostó y se tapó con su manta luego de recibir las lechuzas con las compras y pagar el importe, durmió buena parte de la mañana y también de la tarde.
-*-
Draco trabajó contento ese día por haberse deshecho de Morag, pero seguía preocupado por la salud de Hermione.
Entre su estado de ánimo luego de cerrar su tienda y su resfriado, no estaba seguro de que la bruja pudiera estar bien sola. Sin embargo, no había forma en que se supusiera que él estuviera enterado de que ella estaba enferma, así que nada podía hacer. Solo como Smok tenía derecho a escribirle, preguntar por su estado y saber si se sentía bien, y una carta por día había sido siempre su estándar.
-*-
Al día siguiente, Hermione le comentó que seguía enferma en su carta a Smok. Draco estaba empezando a ponerse paranoico. Odiaba que la gente se enfermara, le hacía sentir impotente y nervioso. El hecho de que ella estuviera fuera de Londres y de su alcance no hacía sino empeorarlo todo.
Aun no se le ocurría una estrategia o excusa para presentarse en la casa de Granger, así que nada podía hacer, por ahora.
-*-
Tres días después, Draco no aguantó más y buscó a Parvati Patil en la tienda simulando estar haciendo una inspección. Ella se mostró nerviosa, y cuando él intentó conversar con ella de su trabajo anterior, le preguntó casualmente por Granger. La bruja parloteó sobre sus tareas en la tienda y él fingió escuchar con frío interés hasta que pudo interrumpirla y preguntarle si seguía en contacto con su antigua empleadora. La bruja mordió en anzuelo. Le comentó que si, que Hermione era su mejor amiga, y que estaba preocupada por ella porque sabía que estaba indispuesta. Draco se mostró ligeramente interesado y preocupado, pero apenas pudo, se zafó de la conversación y subió a su oficina en el último piso. Ya tenía la excusa que necesitaba para saber de primera mano sobre el estado de Granger.
Draco se dirigió al Callejón, compró un ramo de flores que tenía camelias, margaritas y un gran girasol, sopa caliente para llevar, poción pimientónica, poción tonificante, pan, queso, jugo de naranjas y por alguna razón, un frasco de miel. Algo le decía que también era bueno para la gripe y si no, le serviría para endulzar el té o comer con pan tostado.
Se apareció en Arundel, donde sabía que vivía Granger y buscó la casa sabiendo cuál era la dirección a la que enviaba las cartas a diario.
La casa era bonita, pequeña, con un jardín bastante chico y algo descuidado y se veía acogedora. Draco no oía ni un sonido en el interior, sin embargo, se aventuró y tocó la puerta. Como no le respondieron, tocó de nuevo, y otra vez, hasta que por fin oyó la voz ronca de Hermione diciendo 'un momento por favor', con tono nasal y congestionado, luego ella abrió un poco y le miró con un ojo de ceja alzada como si fuera un alienígena quien tocara a su puerta.
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Una Lechuza en mi Ventana
FanfictionCampanellina y Smok han intercambiado lechuzas por un tiempo durante el cual se han convertido en buenos amigos, a pesar de que ninguno de los dos tiene idea de quién es el otro. Ella jamás se ha sentido tan comprendida y apoyada. Él cuando lee sus...