Continuación del Capítulo 19...
—No tiene de que preocuparse, ella y el bebé están bien —Logre escuchar a la mujer que hace un momento estaba tomando los signos vitales del bebé. Sentía alivio de saber que el pequeño estaba bien y solo había sido un desmayo por susto.
Escuché la puerta abrirse y cerré mis ojos para fingir estar dormida aún, temia hablar con Rafe. No estaba siendo la vida que quería, nada de esto me estaba haciendo feliz y cada acción que los Cameron proponían aterraba. La puerta de la habitación se cerró, trataba de estar tranquila y que no descubrieran que estaba despierta, quería irme a casa.
—Estas actuando sin pensar, Rafe se que no lo hiciste a propósito —Ward siempre trataba de excusar las acciones erróneas de su hijo.
—Le di a Sarah —Mi cuerpo se tenso al escuchar esas palabras, el disparo había tenido efecto. Si la mujer morena no me hubiera empujado, la bala estaría en mí cuerpo y no en el de Sarah.
—Intentaba dispararle a John b, se metió en el medio fue un accidente —Explico Rafe, pude sentir que estaba a mí lado. Lo confirme cuando sentí sus manos heladas tomar de la mía — fue en el momento cuando esa mujer empujó a Emory.
—¿Estás consciente de lo que me estás diciendo?
—No me importa...
—¡Es tu hermana Rafe! —Le recordó el mayor. Nunca entenderé la rivalidad que Rafe había creado con Sarah, nunca tuve un hermano por el cual sentir celos o enojo, siempre estuve sola.
—Y ese bebé es mí hijo —A Rafe no le había importado dispararle a su hermana. Eso hizo que aún le temiera el doble de lo que ya lo hacía —Necesito darle un futuro y Sarah nos robo junto a ese maldito Pogue.
—¿Que hubiera pasado si esa bala estuviera en Emory y no en Sarah, eh? ¡Piensa antes de actuar, Rafe! —Ward estaba perdiendo la paciencia — no estás solo hijo, ¡Entiende eso! No solo eres tu, también es tu hijo y tu esposa piensa en ellos antes de hacer una estupidez.
—Estoy pensando en ellos —Senti la mano de Rafe sobre mí barriga — recupérare el oro y acabaré con esos pogues.
—¿Ya intentaste llamar a tu novia?
—Unas cuantas veces —Respondió JJ pasando el cigarrillo — tiene el celular apagado.
—Le diste tu celular con la única condición de llamarnos y darnos información y ni siquiera eso puede hacer —Se quejo la morena — ahora solo debemos esperar a que la princesa se decida en hablarnos.
—Algo debió pasar, no la culpes por todo —JJ le quitó el cigarrillo para darle una calada profunda — siempre buscas un tema para culparla por algo.